• Más de 300 mil turistas de Chile y el extranjero llegaron a la Región de Coquimbo para observar el eclipse.
Crédito fotografía: 
LAUTARO CARMONA
Reservas de hasta dos años de anticipación se registraron en diversos alojamientos de la zona ante el enorme interés que generó este fenómeno astronómico tanto a nivel nacional como mundial. Para los empresarios del gremio fue la oportunidad de apostar por un turismo diferente, de “intereses especiales” que dejó un muy buen sabor de boca entre quienes se prepararon para ello.

Más de 300 mil personas llegaron a la Región de Coquimbo para observar y disfrutar del eclipse total de Sol de aquel 2 de julio de 2019.

El flujo de turistas comenzó a arribar a la región antes, e incluso durante ese día, atraídos por la maravilla de este espectáculo del cosmos, confirmando así las positivas proyecciones que se habían hecho meses antes del evento.

Para el turismo regional ese día será recordado sin duda, por una inédita afluencia de visitantes que ocuparon prácticamente todas las plazas de alojamiento a nivel regional, con bastantes meses –e incluso años- de anticipación, siendo las provincias de Elqui y Limarí los destinos con mayor flujo.

Así, cuando aún restaba año y medio para el eclipse, prácticamente el 100% de los grandes hoteles de la zona tenían sus reservas agotadas para el 2 de julio, mientras que a nivel provincial, Elqui y Limarí llegaron a un 95% y 90% de reservas respectivamente, días antes del fenómeno. Misma cifra se observó por ejemplo, en el Valle del Elqui, otro de los centros de observación más demandados por los turistas.

En términos de resultados más de 56 mil millones de pesos fue lo que dejó el evento astronómico en la región, mientras que los turistas se quedaron en la zona una media de tres días.

Intereses especiales

Laura Cerda, presidenta de la Cámara Regional de Turismo, sostuvo que al menos con un año de antelación, “veíamos la diferencia del tipo de turista que iba a venir a este evento especial y único, por lo que se generaron requerimientos anticipados de alimentación, en horarios de atención, en transportes asociados al evento propiamente tal, todo relacionado con el turismo”.

En efecto, la presidenta del gremio regional señala que la experiencia del eclipse dejó grandes aprendizajes entre los empresarios del rubro, en especial, “lo que implica un turismo de intereses especiales. Eso significa que la gente que llega no es la típica gente que nosotros estamos acostumbrados a recibir en la temporada estival, sino que es un perfil distinto, de un visitante que sabe a lo que viene, que tiene conocimiento del lugar al que llega, y que manifiesta una cultura de cuidado al medio ambiente y a la comunidad que lo recibe”. 

Para ello dice, se prepararon folletos, se hicieron capacitaciones, y seminarios para sensibilizar a la comunidad sobre lo que iba a acontecer, todo ello trabajando coordinadamente con el sector público.

Resultados satisfactorios

Es así como a un año de ocurrido el fenómeno astronómico, la presidenta de la Cámara Regional de Turismo, Laura Cerda, califica la experiencia como “excelente”, pues significó pasar una prueba que se avizoraba compleja. Pero también por todo lo aprendido.

“Nos dimos cuenta que desarrollar turismo de intereses especiales es una estrategia, en cuanto a marketing comercial, muy interesante para poder atraer turistas que van a tienen un mayor gasto y que tienen un perfil muy diferente a aquellos que vienen a disfrutar de las bellezas de nuestra región”, indicó.

 

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