Las lluvias claves para alejar la amenaza del racionamiento de agua potable en la región

“La situación es delicada, y la recarga de las fuentes hídricas de este invierno es fundamental para evitar escenarios de racionamiento en el área urbana”.

Es lo que expresa el gerente de la sanitaria Aguas del Valle, Andrés Nazer, al ser consultado por la posibilidad de implementar eventuales racionamientos de agua potable en la Región de Coquimbo.

Ello, a raíz de las advertencias hechas por algunas autoridades de otras zonas del país, como la expresada por el gobernador de la Región Metropolitana, Claudio Orrego, quien aseguró no descartar un racionamiento de agua para a ciudad Santiago este 2022.

A nivel local, la situación no es mejor que en la capital, pues como expresa el ejecutivo de la empresa, la región se haya en una situación de megasequía “que se agudiza cada día, con bajos niveles en los embalses, muy poca nieve acumulada y un profundo déficit en la cantidad de agua caída en toda la región”.

Ejemplo de ello dice, es el déficit de precipitaciones de -81,8% en La Serena, mientras que en la Provincia del Choapa, la situación es más crítica aún, con el embalse El Bato, con un 7,4% de su capacidad total. Para peor, la nieve en la Estación Vega Negra en la cordillera de la provincia de Limarí, registra un déficit del -94,2% respecto a un año normal.

Todo pues, dependerá de lo que pase este invierno.

Un panorama adverso

Sin embargo, las proyecciones meteorológicas para este 2022 no auguran precisamente algo mejor.

Así al menos, lo explica Cristian Muñoz, modelador estadístico de geociencias de Ceaza, quien indica que actualmente la región y el país se hayan bajo la influencia del fenómeno de La Niña y mientras esa condición se mantenga “no deberíamos tener muchas precipitaciones durante nuestra estación seca, la cual termina con el inicio del otoño”.

Ahora bien, a partir de ahí explica, “según lo que indican la mayor parte de los modelos globales entramos a una fase neutra del ciclo El Niño. Luego de eso, lo más probable es que las precipitaciones tengan un comportamiento similar al de años anteriores”.

Al respecto, Cristian Orrego, encargado área meteorología de la misma institución, complementa lo anterior, expresando que el escenario durante los próximos meses “es de continuación de la escasez ya que el aporte de agua en la región se define en los meses de invierno y durante el 2021 el aporte fue muy bajo”. Luego, a partir de primavera y hasta el siguiente invierno agrega, “solo hay consumo por lo que no hay posibilidades de cambios hasta el próximo invierno”.

En términos de caudales en tanto, la situación no es mejor a consecuencia de esto mismo. Y en ese contexto indica Orrego, “esta situación se podría repetir de tener un nuevo año con precipitaciones muy bajas por lo que es importante gestionar el agua pensando en todos los escenarios, además de ir monitoreando lo que dirán los modelos estacionales en los meses de otoño para poder proyectar el invierno 2022”.

Trabajo a contrarreloj

Entretanto, los organismos pertinentes en ese aspecto están literalmente, corriendo una carrera contra el tiempo, ante un escenario hídrico que ya se pronostica más bien negativo.

Así desde el pasado 6 de enero, el ministerio de Obras Públicas renovó el Decreto de Escasez Hídrica para todas las comunas de la Región de Coquimbo ante una sequía que no da tregua.

Luis Felipe Muñoz, seremi de Obras Públicas explica que además, se ha exigido a las sanitarias, a través de la Superintendencia de Servicios Sanitarios, efectuar y acelerar la ejecución de obras que permitan asegurar el abastecimiento para la población, de manera de evitar medidas más complejas como un racionamiento.

Entre ellas destaca la puesta en operación de una nueva conducción desde Salamanca hacia Limáhuida, que permite apoyar la entrega del vital elemento en la comuna de Illapel, una de las más afectadas por la sequía, permitiendo evitar el racionamiento a 8 mil hogares.

“Asimismo”, señala el seremi, “en gran parte de las comunas donde opera la sanitaria Aguas del Valle, se le ha solicitado la ejecución y habilitación de nuevos pozos  o convenios de compra de agua con terceros para asegurar el abastecimiento, muchas de estas medidas ya en operación y otras que se ejecutarán durante el presente año. Lo mismo ocurre en Pichidangui, donde la concesionaria que abastece al sector, tendrá ejecutadas nuevas obras de apoyo al sistema en septiembre de este año”, afirmó.

Al respecto, el gerente de Aguas de Valle, Andrés Nazer, destaca el despliegue “de un intenso plan de inversiones de más de 52 mil millones pesos, que se han traducido en nuevos tranques, pozos, estanques, extensas conducciones, traslado de agua en camiones aljibes y arriendo de derechos de agua, entre otros”.

Por lo mismo asegura, el objetivo no sólo está por reforzar la producción de agua para esta temporada, sino que desde ya “por las próximas, de forma de buscar alternativas que nos permitan mantener la continuidad del suministro”.

El mundo rural

Pero quienes desde largo tiempo vienen ya viviendo la falta de agua producto de la sequía son las comunidades rurales de la región. Para muchas de ellas el racionamiento ya no es una amenaza, sino una realidad cotidiana.

Al respecto, el seremi de Obras Públicas explica que para este 2022, se pretende superar los 20 mil millones de pesos de inversión que se ejecutaron este año en estudios hidrogeológicos, prospecciones, habilitación de nuevas fuentes, conservación y mejoramiento de APR, principalmente en el Choapa y Limarí.

La idea dice, es contar “con una mayor inversión y agilizar los procesos para concretar estas obras, gran parte de ellas de corto plazo de ejecución ya que la premura en este tema es latente y estamos en constante monitoreo y trabajo conjunto con los comités de APR, juntas de vigilancias y municipios de la región para abordar esta problemática”.