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Lautaro Carmona
Desde hoteles hasta tradicionales cafés y restaurantes han debido “bajar la cortina” durante este casi año y medio de crisis sanitaria. Desde el gremio sin embargo, advierten que de no tomar medidas, el número podría aumentar.

Difícil panorama es el que está viviendo el sector turístico de la Región de Coquimbo debido a la pandemia de coronavirus. A las pérdidas que el rubro ha debido sobrellevar durante este año y medio de crisis sanitaria, se suman aquellos locales que simplemente no pudieron aguantar más el peso de la deteriorada situación económica que generó la emergencia y las restricciones que ella implicó, como las cuarentenas, por lo que la única opción que les quedó fue cerrar sus puertas.

Copao, Porota’s, Bakarat, Timber House o el Hotel Mar de Ensueño, son algunos de los locales –sólo en La Serena- más renombrados que forman parte de esta lista a la que también se suman otros conocidos negocios que han sucumbido ante la crisis.

Pero en líneas generales, ¿cuánto representan para el rubro hotelero y gastronómico de la región el cierre de estos y otros locales turísticos?

Al respecto, Marcos Carrasco, presidente de la Multigremial de la Región de Coquimbo y presidente de Hotelga IV Región, señala que la información oficial que manejan como gremio en toda la región, “es que estamos hablando de entre un 10% y un 15% de negocios que han cerrado sus puertas definitivamente, entre alojamientos, restaurantes, cafeterías y negocios afines”, explica.

No obstante, el vocero regional del gremio advierte que ese número podría seguir al alza, pues hay otros locales que si bien continúan funcionando y atendiendo a público, de todas formas presentan números rojos que pueden comprometer sus operaciones.

“Hay otros negocios además, que están muy complicados y por supuesto, necesitamos el apoyo y ayuda del gobierno y sus diferentes instituciones para que de alguna manera no aumente más ese número”, afirmó.

A nivel nacional en tanto, las cifras tampoco son precisamente alentadoras, pues hasta el mes de mayo, la Asociación Chilena de Gastronomía calculaba que el rubro ha perdido el 50% de los empleos y se han cerrado aproximadamente el 30% de establecimientos a nivel país. 

 

Micro y pequeñas empresas 

Por ello, a juicio de Carrasco, se hace más que nunca urgente la necesidad de apoyo al sector, pues explica, aquí se debate la sobrevivencia de cientos de empresas de la región.

“Debemos tener en cuenta que la gran mayoría de las empresas regionales de este sector son pequeñas, y a su vez, muchas son familiares, en que el único sustento para ellos es el negocio propio. Éste en un minuto dado, comenzó seguramente de manera muy artesanal, y ha crecido en el tiempo. Y eso implica que nosotros no somos parte de grandes cadenas y que no tenemos grandes espaldas económicas”, sostiene.

Por eso, insistió en hacer “un llamado a la autoridad para que en el fondo estas ayudas y el apoyo que nos han ofrecido se concrete prontamente, pues la situación se va a tornar muy compleja para muchos negocios pequeños”.

En esa misma línea, María Antonieta Zúñiga, gerenta de la Agrupación Barrio del Mar, explica que como gremio se adhieren a todos aquellos petitorios y necesidades que el sector gastronómico en este caso, ha planteado.

“Hemos mantenido nuestros locales abiertos pues sabemos que muchas personas cuentan con nuestra atención y además necesitamos aprovechar cada día para trabajar, a fin de poder cubrir las deudas y compromisos adquiridos”, explica.

De hecho, hace unos días, en estas mismas páginas, la gerenta de Barrio del Mar, señalaba que las pérdidas en el sector llegaban al 60%, ya sea por las restricciones en aforo, toque de queda, y por la imposibilidad de trabajar los fines de semana durante la Fase 2.

Y dado el contexto sanitario que hoy vive la región y el país, -con el riesgo de retroceder a cuarentena siempre latente- María Antonieta Zúñiga hace un llamado a la población “a respetar las medidas preventivas para que los índices de contagio continúen bajando”.

“También hacemos un llamado a las autoridades”, agrega, “para que las fiscalizaciones se enfoquen en aquellos sectores que han dado paso a las aglomeraciones y por ende al alza de contagios para no tener que retroceder nuevamente a cuarentena, lo cual produce mayor incertidumbre, pérdidas de empleos y el riesgo de tener que cerrar definitivamente nuestras puertas, como ya ha ocurrido con muchas pymes gastronómicas de la región”.

 

Más flexibilidad

A propósito de esta situación, y una vez puesto en marcha el Pase de Movilidad, el cual permite a las personas que hayan completado su esquema de vacunación desplazarse en una comuna en Cuarentena o Transición, un grupo de parlamentarios ha planteado la idea de permitir a los restaurantes abrir durante las fases 1 y 2.

El diputado Sergio Gahona, quien apoya la medida, señala que ello sería necesario, considerando el alto flujo de personas que se encuentran transitando en el país a raíz de la implementación del nuevo Pase de Movilidad.

“Si estamos viendo que los chilenos vacunados pueden salir los sábados y domingos en las comunas que están en Fase 2, lo más sensato es que el rubro gastronómico también pueda volver a funcionar en esos días. Una alternativa puede ser que atiendan sólo a personas vacunadas con sus dos dosis, pero es el Minsal el que tiene que ponderar todas las opciones y facilitar nuevamente su reapertura”, aseguró.

 

Ayuda a pymes

Este martes por la tarde, y por unanimidad, el Senado respaldó los proyectos de alivio tributario y bonos a pymes impulsado por Ejecutivo.

Entre otros aspectos, la iniciativa considera reducir la tasa de interés penal a 0% por mora en el pago de contribuciones e impuestos. Además, incluye un reembolso a las pymes que tengan un saldo acumulado de IVA como crédito fiscal a junio de este año, y se extiende la vigencia de patentes provisorias, para aquellas empresas cuyas patentes venzan mientras rija el estado de Emergencia Sanitaria.

Además, se amplió el bono de un millón de pesos de 300 mil empresas a más de 600 mil.

Al respecto, el seremi de Economía, Carlos Lillo, afirmó que para postular a esta medida, las ventas de las empresas “no deben superar las 25.000 UF y deben haber tenido al menos un trabajador contratado durante el año 2020 o haber declarado al menos dos meses de ingresos por ventas durante el 2021”, a lo que se suman líneas abiertas de financiamiento por Sercotec y Corfo.

Otro requisito corresponde a desempeñarse en uno de los rubros más golpeados por la pandemia, como gastronomía, eventos, cultura o turismo. Además, estos beneficios aumentarán en un 20% en caso de que una empresa sea manejada por una mujer.

 

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