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El Día
Incertidumbre es la sensación que hoy predomina entre los actores locales del rubro, quienes producto de la situación social del país, ven difícil hacer proyecciones de lo que pueda ocurrir en los próximos meses. Pese a ello, consideran que la región sigue siendo un foco especialmente atractivo para la industria de la construcción.

Una caída de 7,7% anual de la inversión en construcción -la mayor desde 2009- prevé la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) para 2020, lo que fue dado a conocer hace un par de días, en el “Balance 2019 y Proyecciones 2020” del sector, elaborado a partir de los datos de su informe Macroeconomía y Construcción (MACh).

Para el gremio, esta situación se explica por la situación generada a raíz del estallido social del 18 de octubre del año pasado y su efecto en la economía nacional. Pero no es lo único pues, para la CChC un eventual cambio constitucional podría afectar “las expectativas y las decisiones de inversión”.

A nivel regional, el panorama no es muy distinto. Más bien en la zona se seguiría la tendencia a la baja de la construcción a nivel nacional durante el presente año, al menos durante el primer semestre del año.

Dorlynn Tenorio, bróker de Grupo Premium Propiedades La Serena, señala que desde el inicio del estallido social se han visto diversas señales que ya anunciaban esa caída: disminución de las solicitudes de asesoría para la adquisición de nuevas viviendas, así como menos solicitudes de visita de propiedades usadas. 

Incertidumbre

En ese sentido, la experta señaló que “el panorama actual, la realidad del mercado inmobiliario por parte de algunos inversionistas, las restricciones de los bancos debido al estallido social, y esta incertidumbre que hay sobre el aumento del desempleo, llevará a la disminución de las intenciones de inversión o de cambio de casa, por lo que la demanda presentará una tendencia a la baja durante el año 2020”, afirmó.

En un panorama en donde se está generando más oferta que demanda, la profesional explica que la gente ha decidido disminuir sus gastos en vivienda, a lo que se suma que “muchos pueden asumir el pago de los créditos hipotecarios”.

Incertidumbre también es la palabra clave que Juan Pablo Tristain, presidente del comité de Vivienda e Inmobiliario de la CChC La Serena, utiliza para describir lo que se viene para la industria de la construcción durante el año.

“Por un lado las inmobiliarias han detenido proyectos que partirían este año 2020 en espera de saber qué es lo que va a pasar a nivel político y social. También las personas han pospuesto su decisión de compra esperando tener mayor certeza de su futuro laboral o de las proyecciones económicas. Hay muchos hitos importantes que van a ocurrir durante este año y a medida que se vayan quemando esas etapas y se vayan materializando los acuerdos y decisiones políticas, debería ir disminuyendo la ansiedad y aumentando la confianza para tomar decisiones”, afirmó.

Por ello explicó, “es difícil poder hacer proyecciones reales. Este es un sector muy dinámico y en ningún caso se ha detenido, pero se ve un ritmo más lento tanto en la afluencia a las salas de venta como en el cierre de negocios”.

En ese sentido, Tristain indicó que “hay que esperar algunos meses para ver tendencias y hacer comparaciones. En términos generales el 2019 fue un buen año para nuestro sector y en lo particular, nuestra región se caracteriza por ser bastante estable, con un mercado maduro, con buenos indicadores, que demuestran solidez en términos inmobiliarios”.

Matices

Los efectos que conllevará una eventual caída en la construcción no serán, sin embargo, homogéneos en cuanto a oferta y demanda de viviendas por ejemplo, en el área urbana de La Serena, donde algunos sectores serán más demandados para habitar que otros, afectando el precio de las propiedades.

Para Darlynn Tenorio, habrá zonas “que sufrirán una baja en el interés de vivir allí, mientras que otras aumentarán su demanda, provocando un movimiento importante de arrendatarios, vendedores y compradores, donde los precios tendrán una volatilidad, inclusive, una distorsión. Pero los inversionistas no estarán dispuestos a ajustarse tan rápidamente, por ende, los que se adapten primero, tendrán mejores resultados en el mediano y corto plazo”.

Bajo este escenario, a juicio de la experta se espera que aquellas propiedades ubicadas en la zona céntrica de La Serena, vean caer la demanda por vivir ahí, “y por tanto, un impacto a la baja de los precios”. Ello motivado principalmente, por los efectos del estallido social.

Por el contrario, “otras zonas con mayor seguridad y que hayan sufrido menores desordenes tendrán mayor demanda y un aumento de sus precios, o al menos, se van a mantener. Pero no bajarán porque habrá mayor demanda”.

¿Comprar o no comprar?

En ese sentido, para Juan Pablo Tristain, de la CChC, “es en estas ocasiones cuando se dan buenas oportunidades para invertir, por lo que quienes tienen la opción de comprar una vivienda pueden conseguir buenas condiciones y aprovechar además las tasas bancarias que siguen bajas”.

En efecto, según Darlynn Tenorio, “el mercado inmobiliario en esta época de crisis sigue siendo una alternativa. Los bienes raíces son un instrumento de resguardo en épocas de crisis por lo que no es recomendable hoy en día deshacerse de ellos, sino que gestionarlos y rentabilizarlos inteligentemente”.

Por lo mismo asegura, que la situación actual, “hará que los precios de venta y de arriendo rompan la continua tendencia al alza registrada en la última década para ir a la estabilización, y en algunos casos, ajustarse a la baja en un rango de un 5% o un 10%, como se vio en el último trimestre del año 2019. Eso se va a proyectar al mismo año 2020”, afirmó.

De todas formas, y a manera de recomendación, para quienes estén interesados en invertir en bienes raíces, Juan Pablo Tristain advierte que ello debe hacerse a través de inmobiliarias establecidas “y tomando los resguardos legales necesarios, como en cualquier negocio. Creo además que es el momento para hacerlo, ya que los precios no han sufrido grandes variaciones y las tasas hipotecarias aún se mantienen en sus niveles más bajos, en el caso de ser financiado por un banco”.

Una región atractiva para invertir

Desde la Cámara Chilena de la Construcción, destacan que la región de Coquimbo tiene ciertas características propias que, más allá de la caída en la actividad constructiva a nivel país, hacen de ella un lugar ideal para vivir, y por ende, para adquirir propiedades, ya sea como primera o segunda vivienda.

“Nuestra región no sólo es reconocida por la belleza de sus playas, la tranquilidad de sus valles o su patrimonio cultural. También es apreciada por su economía, impulsada principalmente por el turismo, su actividad portuaria, la minería local y la proveniente del norte de nuestro país. Esto, sumado a su estratégica ubicación geográfica y a contar con precios de las viviendas más atractivos que las ciudades del norte la han transformado en una región muy valorada para invertir en el negocio inmobiliario, principalmente al momento de optar por una segunda vivienda”, señaló al respecto, Juan Pablo Tristain.

A eso suma señala, la existencia de buenas universidades e institutos, con una población de estudiantes importante, además de consolidarse como ciudad-dormitorio de quienes trabajan en la minería del norte.

“Dado lo anterior y a diferencia de otras ciudades costeras, La Serena y Coquimbo se presentan como una interesante alternativa para quienes quieren invertir en el negocio inmobiliario, pues tienen la posibilidad de arrendar sus inmuebles durante todo el año y no sólo en la época estival”, agregó.

 

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