• na visión panorámica de la construcción de la planta desalinizadora deja ver la complejidad de la obra.
  • Una imagen de la inmensa cámara de hormigón armado de 16 metros de profundidad en donde se ubicarán la sentina de acumulación y la cámara de descarga. En ella es posible observar los agujeros de donde saldrán hacia la bahía, los tubos de captación de agua y descarga de salmuera.
  • Enormes bloques de hormigón prefabricados dan forma a diversas instalaciones de la planta.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Con más de un 40% de avance, el denominado Proyecto Infraestructura Complementaria, impulsada por esta empresa, considera entre otras obras, la construcción de una planta desalinizadora en sus instalaciones de Puerto Chungo, la que se espera comience a operar en 2022 y así, en un par de años, dejar de utilizar el agua del río Choapa para sus procesos productivos. Un equipo de Diario El Día pudo conocer in situ el estado de avance de esta importante obra.

“El proyecto consiste en reforzar la capacidad de procesamiento de mineral mediante la instalación de una nueva línea de molienda y una nueva línea de flotación en la Planta Piuquenes, ubicada dentro de las instalaciones productivas de Minera Los Pelambres”.

Así se dan a conocer públicamente algunos de los objetivos del llamado Proyecto INCO (Infraestructura Complementaria) impulsado por esta compañía minera perteneciente al grupo Antofagasta Minerals, cuyas instalaciones productivas se ubican principalmente en las comunas de Salamanca y Los Vilos.

No obstante, el objetivo de fortalecer la capacidad productiva del mineral, incluye una obra que por sus características, representa toda una apuesta por parte de Minera Los Pelambres por generar un cambio en el aprovechamiento del recurso agua, valioso elemento vital hoy en riesgo producto de una larga sequía de más de una década: una planta desalinizadora.

Con este proyecto, Los Pelambres será la primera compañía minera de la región y la zona central que empleará agua de mar para producir cobre, lo que es el primer paso en una visión de futuro de la compañía, donde uno de sus principales objetivos es precisamente, dejar de usar agua del río Choapa.

42% de avance

Debido a la importancia de la obra, un equipo de Diario El Día se trasladó hasta la comuna de Los Vilos en donde, acompañados por ejecutivos de la empresa, se realizó un recorrido en terreno para conocer el avance de la futura planta, que se ubica en las instalaciones portuarias de la empresa, en Puerto Chungo.

Allí los ejecutivos de la compañía expusieron los avances de la futura planta desalinizadora, que se pondrá en marcha durante el segundo semestre del próximo año, y que producirá 400 litros por segundo de agua desalada en su primera fase de operación.

Es así como ataviados con todos los implementos que se requieren para recorrer este tipo de obras –casco, guantes, chaleco reflectante, protector visual – todo además reforzado por los rigurosos protocolos Covid que ha implementado la empresa desde el inicio de la pandemia, se procedió a recorrer los principales hitos de la obra.

Ubicados en la parte superior de una las instalaciones que componen la planta –desde donde se obtenía una panorámica de 360° del área en construcción – Rodrigo Tapia, gerente de construcción del Proyecto INCO, destacó que “hoy día tenemos un 42% de avance de lo que es la planta desalinizadora”, quien además aseguró que esta planta “es muy especial”, debido a su proceso constructivo.

“En gran parte, incluye estructuras prefabricadas los cuales vienen de Santiago como grandes piezas de hormigón, y acá se ensamblan. Junto con una mano de obra especializada y grandes equipos, se va montando pieza por pieza y se hace una unión final con prensado”, agrega.

 

Vocación medioambiental

Tapia destacó que el proyecto –planta desalinizadora y la construcción de un Sistema de Impulsión de Agua Desalada – considera una inversión de poco más de 1.700 millones de dólares. Pero muy especialmente señaló, este proyecto es el primer paso de una visión de largo plazo que la compañía ha denominado “Los Pelambres Futuro”, con la que busca operar en los próximos años con agua de mar desalada y energías renovables.

La idea es que el mineral se adapte a la situación de escasez hídrica que existe en la zona.

“La compañía participó en el año 2019 en lo que es la Mesa del Agua, ante lo cual, estamos activamente trabajando para que en todos nuestros procesos de producción utilicemos un alto porcentaje de agua desalinizada y dejar así, de usar las aguas continentales que ocupa nuestra compañía”, señaló.

Patricio Gutiérrez, encargado de los temas socioambientales del proyecto INCO, asegura que este proyecto “se aprobó por unanimidad, se hizo una participación ciudadana anticipada donde se consideraron muchos de los lineamientos que las personas establecieron. Hoy día tenemos más de 400 compromisos ambientales que tenemos que cumplir en el desarrollo de este proyecto (…) La preocupación por el medio ambiente está en el centro de esta compañía como lo debe estar en cualquier proyecto de esta naturaleza”, indicó.

 

Agua para las faenas

Tras conocer las instalaciones de la planta en sí, el recorrido se desvió hacia otro hito del lugar: una inmensa cámara de hormigón armado ubicada en el borde costero, de 16 metros de profundidad, en donde se ubicarán dos obras fundamentales para el proyecto: la sentina de acumulación de agua y la cámara de descarga.

En este punto cabe explicar el funcionamiento de la planta desalinizadora en sí, la cual podrá captar el agua de mar a través de un proceso conocido como “osmosis inversa”. Este proceso produce agua desalada –la cual se utilizará como agua industrial – y genera salmuera como residuo.

Ahora bien, desde la inmensa cámara antes descrita, saldrán bahía adentro, dos inmensos tubos: uno, de captación de agua de mar, y otro, como emisario de la salmuera.

En el caso del sistema de captación, se explica que para ello, se eligió la parte de la bahía más pobre en vida marina, en donde se instalará una cámara captadora – que incluirá sistemas de rejillas para evitar el ingreso de especies marinas – por la cual ingresará el agua hasta la sentina de forma gravitacional, es decir, no habrá succión de agua. Desde allí, el agua será bombeada hasta la planta de osmosis inversa, separando el agua de la sal.

Así, mientras el agua industrial será bombeada hasta la faena ubicada en la alta cordillera, la salmuera será devuelta al mar por el emisario de descarga, la cual será depositada a mayor profundidad a una temperatura igual a la del mar.

Así, a partir del año 2025 el 95% del agua que utilice la operación minera provendrá del mar o de agua recirculada.

“Además del trabajo que actualmente se desarrolla en el sector de Punta Chungo en Los Vilos, este proyecto también busca aportar al desarrollo económico y social de la Provincia de Choapa, implementando distintas medidas, compromisos e iniciativas para extender sus efectos positivos más allá de su fase de construcción”, señaló al respecto Patricio Gutiérrez, encargado de los temas socioambientales del proyecto INCO.

Al finalizar la visita a esta importante obra, sólo resta esperar la pronta puesta en marcha de esta planta, pues claramente, no sólo irá en beneficio de la empresa que la construye, sino que será un aporte para avanzar en la protección del cada vez más escaso recurso hídrico, más en una provincia azotada por la sequía como es el Choapa.  

 

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