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EFE
Durante la campaña por la segunda vuelta, el equipo programático del ahora Presidente electo, debió realizar más de un ajuste a su programa original. Aumento en la recaudación, generación de empleo y crecimiento sostenible son algunos de los desafíos a que deberá enfrentarse el próximo ejecutivo.

A partir del 11 de marzo próximo, Gabriel Boric será el próximo Presidente de Chile.

Cuando ese día ingrese a La Moneda para ocupar el sillón de O’Higgins por los próximos cuatro años, el nuevo mandatario deberá enfrentar en lo económico un panorama complejo y lleno de desafíos.

Y es que desde el inicio de la pandemia, Boric y su coalición, Apruebo Dignidad, han propuesto un ambicioso programa de transformaciones que incluyen diversos aspectos: aumento en la recaudación, creación de puestos de trabajo, apuesta por un crecimiento sostenible y cambios profundos en las pensiones son algunas de las propuestas.

Durante la segunda vuelta, el comando de Boric incorporó algunos cambios al programa, para lo cual se estableció un Consejo Asesor Económico, compuesto por economistas de centroizquierda como Andrea Repetto, Eduardo Engel, Ricardo Ffrench-Davis, Roberto Zahler y Stephany Griffith-Jones.

Por otro lado, se suman otras propuestas como ayudas a las pymes, a las cooperativas y ferias libres. Asimismo, dada la complejidad económica que se espera para el próximo año, se sumaron al programa original de Apruebo Dignidad un conjunto de ideas de los programas de los ex candidatos Yasna Provoste y Marco Enríquez-Ominami a partir de un “Consejo Económico-Académico Asesor“, cuyo principal foco es la gradualidad en la implementación de las medidas.

 

Las propuestas impositivas

En el programa original se tenía contemplada una meta de recaudación fiscal de 8%, la que finalmente quedó en el 5% del PIB.

Se propone además un nuevo régimen de impuesto a la renta para las grandes empresas, avanzando hacia un sistema desintegrado donde se consideren de manera separada los impuestos que pagan las empresas y  los impuestos a pagar por las personas.

Además, se mantiene la propuesta de establecer un impuesto a la riqueza, que incluye gravámenes a utilidades no retiradas, eliminación de exenciones, medidas contra la evasión y elusión y un royalty a la gran minería del cobre que incluye a las ventas y rentabilidad operacional.

 

Pensiones

El programa de Gabriel Boric propone el establecimiento de una Pensión Básica Universal de 250 mil pesos para todos los chilenos y chilenas mayores de 65 años. Debido a su costo fiscal, ésta partiría eso sí con montos diferenciados por quintil.

Se elevarían las cotizaciones al 18%, manteniendo el aporte del 10% actual como hasta ahora y agregando el 8% (o un 6%) restante al empleador.

Además, las personas podrán elegir si mantener el 10% de su cotización en la AFP o trasladarlo al nuevo organismo público autónomo que se creará para recaudar las cotizaciones y pagar las pensiones. El nuevo 8% en tanto irá al nuevo ente público.

Cabe señalar que dos tercios del flujo de este nuevo pilar contributivo se destinarán a cuentas de ahorro personales (no nocionales) que se invertirán de forma colectiva, mientras que el tercio restante, irá a un componente de reparto para mejorar pensiones y concretar medidas de equidad de género.

 

Empleo

Entre las medidas más importantes en este ítem, destaca la propuesta de aumentar el salario mínimo de manera escalonada para superar los 500 mil pesos al final del gobierno. Para las micro, pequeñas y medianas empresas se anunciaron apoyos en ese sentido.

Se busca también, bajar gradualmente la carga horaria laboral a 40 horas semanales, generando nuevos empleos para su implementación.

Nuevamente, en relación a las mipymes, se proponen una serie de subsidios directos para estas empresas, y que la entrada en régimen de estas reformas sea gradual para que éstas puedan acoplarse sin mayores problemas.

En relación al empleo femenino, se propone generar 500 empleos para mujeres durante los cuatro años de gobierno, rediseñar y simplificar acceso a subsidios para focalizarlos en mujeres, implementar el Programa Mujer Futura, y crear un Sistema Nacional de Cuidados enfocado en la corresponsabilidad social en las tareas que hoy recaen mayoritariamente en la población femenina.

 

Pymes y crecimiento

Desde el inicio de su candidatura, el actual Presidente electo apunta a la transformación productiva de la economía chilena, compatibilizando el uso de los recursos naturales con el respeto al medio ambiente. A ello se suma el impulso a la investigación e innovación para dar origen a nuevos sectores productivos y startups.

Respecto a las Pymes y emprendedores, se pretende utilizar diversos instrumentos para inyectarles liquidez, como perfeccionar el sistema crediticio y ampliar condiciones a los segmentos que se encuentran fuera del sistema bancario, entre otras ayudas.

Además, se propone la creación de un Banco Nacional de Desarrollo para financiar los procesos de innovación y desarrollo de las pymes y que apunten hacia un cambio de la matriz productiva nacional.

 

Un 2022 complejo

Cabe señalar en todo caso, que el nuevo mandatario deberá enfrentarse a un panorama el próximo año en que sin duda, la economía será prioridad.

Manuel Pérez, académico de la Facultad de Economía y Administración de la Universidad Católica del Norte señaló que hay dos puntos a su juicio, en lo que la próxima administración deberá enfocarse: recuperar la actividad económica y aumentar la recaudación fiscal.

“Eso va a tener que ser necesario para tratar de alguna manera de sostener el nivel de endeudamiento y no incrementarlo. Ello porque el endeudamiento puede generar tensiones en el sistema financiero e impactar negativamente en el crecimiento económico”, sostiene.

Respecto al crecimiento económico, el desafío será recuperar la inversión para una economía que hasta el momento afirma Pérez, se ha sostenido en parte a los apoyos que ésta ha tenido por parte del Estado como han sido las diferentes transferencias a la gente o los retiros de las AFP.

El punto explica, está “en cómo hacer mover la economía de forma plena e ir retirando a la vez, de forma paulatina esas ayudas para generar actividad y recuperar así, gran parte de los empleos perdidos”.

Otro factor a juicio del académico será despejar la incertidumbre política en relación al desarrollo de la constituyente. “Mientras ésta se vaya disipando debiera ir ya mejorando la cotización del peso y por tanto, ir reduciendo la tensión sobre los precios, por ejemplo”.

 

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