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El Día
Organizadas por el Magister de Administración de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, se dio el vamos a una serie de charlas virtuales a través de las cuales, se busca conocer cómo los principales gremios empresariales de la Región de Coquimbo están enfrentando el actual momento de pandemia y las acciones que están llevando a cabo para superar la coyuntura.

La llegada y posterior expansión del coronavirus en el país y en la región, vino a cambiar las prioridades de gran parte de los actores de la economía. Afectados ya por la crisis social que se desató el 18 de octubre pasado, la pandemia vino a profundizar una situación que ya en sí, era negativa para ellos.

A partir pues, de las dificultades que los agentes productivos han debido sortear durante esta emergencia sanitaria, más los costos asociados que ello ha traído, se hace interesante conocer cuáles han sido las estrategias que han puesto en marcha los diferentes gremios empresariales de la región. 

A partir de ello, es que el Magister de Administración de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, dirigido por el académico Cristian Morales, ha puesto en marcha un ciclo de “charlas virtuales” en donde diversos representantes de las agrupaciones productivas de la zona darán a conocer el presente de sus rubros y responder a su vez, a las consultas de los interesados presentes. 

Es así como esta semana, el gremio de la Construcción fue el invitado a la charla, el cual estuvo representado por el presidente de la CChC La Serena, Eduardo Soto, y la gerenta de Asuntos Sociales de la cámara, Patricia Aranda. 

Construcción: Actividad esencial

Bajo el título “Desafíos de la Construcción”, el presidente de la cámara a nivel regional, comentó que a nivel del sector, los cambios comenzaron mucho antes de la pandemia, más concretamente con el inicio de la crisis social, lo que generó “cambiar rápidamente nuestra hoja de ruta priorizando con más énfasis el dialogo con nuestros trabajadores”, explicó. 

En ese sentido, y con una economía en franco deterioro y en medio de un ambiente de incertidumbre, Soto explica que hoy, el principal objetivo es tratar de que la construcción privada sea considerada como actividad esencial, pues actualmente sólo la construcción de obras públicas y los proyectos DS49 y DS19, previo permiso del Serviu, pueden seguir operando. 

“Esta materia ha sido conversada a nivel central, y por la que se ha sostenido una serie de reuniones con las autoridades competentes. Pero hasta ahora no hemos tenido una respuesta positiva. Sin embargo, apelamos a que nuestra industria es seria, comprometida y responsable, y está preparada para ello, más aun si contamos con protocolos sanitarios catalogados como profesionales, eficientes y positivos”, señala el presidente de la CChC La Serena. 

Sobre este último punto explica que, “en nuestra región ya contamos con un 80% de empresas locales y foráneas adheridas a este compromiso (sanitario) y nuestra meta es llegar al 100%, en particular, ahora que las comunas de La Serena y Coquimbo han sido declaradas zonas de cuarentena obligatoria”. 

Reactivación económica

Es así como, junto al compromiso sanitario, el gremio constructor tiene a su haber otros dos compromisos: social y económico. 

Este último está materializado en el plan de empleo y reactivación económica que hace unas semanas presentó el gremio a nivel nacional. 

“En tiempos normales nuestra industria de la construcción aporta hasta al 8% del PIB nacional y más de 750 mil puestos de trabajo en todo el país. Y si esa cifra la trasladamos a la Región de Coquimbo, nuestro sector genera alrededor de 34 mil empleos, de manera que nuestra industria no es solo considerada un dinamizador de empleo, sino además, la puerta de entrada al mundo laboral”, explicó Eduardo Soto.

Para ello, dicho plan está dividido en dos ejes: Vivienda y Ciudad, e Infraestructura, estando proyectado para el periodo 2020-2022. 

Y en el caso de la Región de Coquimbo, “todo lo anterior requerirá de una inversión para Vivienda, tanto público como privada de 516 millones de dólares, y va generar un total de 27.327 puestos de trabajo. Para Infraestructura en tanto, están contemplado 295 millones de dólares de inversión y la creación de 3.110 puestos de trabajo”, explicó.

“Con esto podremos recuperar el número de trabajos perdidos y alcanzar las cifras de empleo previo al inicio de esta crisis”, agregó el dirigente gremial. 

Se destaca además, que estos planes de inversión elaborados por la cámara, se agregarán a aquellas iniciativas que, desde el gobierno regional, se están proyectando en el área de las obras públicas de aquí a 2025. 

El compromiso social

Otro de los participantes en esta charla virtual organizada por la UCN, fue la gerenta de Asuntos Sociales de la CChC, Patricia Aranda, quien destacó en su exposición, el rol social que en estos momentos de pandemia está cumpliendo la cámara, mandato que, explica, data desde la misma fundación de la organización en 1951. 

En ese sentido, Aranda destaca que en nuestros días, “las empresas ya no solo son miradas como unidades de generación de desarrollo, sino que hoy y cada día más, las personas y las  comunidades, les exigimos que cumplan un rol social, que nos ayuden a la comunidad, a solucionar las problemáticas sociales”. 

Para ello dice, la CChC creó en 1997, su área social, el cual es dirigido por un consejo directivo que asesora en dichas materias, al directorio de la cámara y cuya principal función es crear instancias que apoyen y mejoren la calidad de vida de los trabajadores de la construcción. 

“Esta misión se cumple a través de la ejecución de programas sociales que el gremio crea, y se hace la difusión de estos programas hacia las empresas para que estos programas sean financiados o cofinanciados por las empresas para llegar con los beneficios a los trabajadores”, explica la directiva. 

Así, en tiempos de coronavirus el presupuesto que para tales fines contaba la cámara antes de marzo – de unos 15.800 millones de pesos – fue dividido en dos partes: 7.500 millones para seguir ejecutando los programas considerados relevantes para los trabajadores, y los restantes 8.300 millones fueron depositados en un fondo de contingencia para ir en ayuda de los trabajadores cesantes. 

“Entendíamos que esta emergencia iba a ser larga, y la idea era como poder amplificar este fondo generando iniciativas que además, al trabajador lo prepararan para una mejor condición laboral posterior”, comentó Patricia Aranda. 

Unidad para superar la crisis

Al finalizar la charla, el académico de la UCN y director del Magister de Administración  de la UCN, Cristian Morales, valoró la puesta en marcha de estas conversaciones virtuales, señalando que “en la medida en que estemos organizados como sociedad civil, como mundo universitario, como empresas y trabajadores, vamos a poder salir más rápido de esta situación”.

En ese sentido aseguró, que resulta muy provechoso “saber de primera mano en que están trabajando los gremios de la región a nivel local y a nivel nacional, porque en realidad vemos que esta crisis nos está afectando a todos por igual y en todos los sectores productivos”, afirmó. 

 

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