Ruta alternativa y pasos por Limarí: las opciones que baraja el MOP por proyecto de Túnel Agua Negra

Diversos son los proyectos que tiene en carpeta actualmente, el Ministerio de Obras Públicas en la región de Coquimbo.

Pese a la actual contingencia por la que atraviesa el país, y apostando por la participación ciudadana, la cartera ha intentado avanzar en aquellas iniciativas que son básicas para la infraestructura vial de la región de Coquimbo, priorizándose la conectividad de áreas rurales, como es la tercera etapa de la ruta Combarbalá-Punitaqui.

No obstante, la concreción del tramo La Serena-Coquimbo de la ruta 5, las obras pendientes de la ruta Coquimbo-Ovalle (ruta D-43) a más de un año de su puesta en marcha, y especialmente, la mega obra del Túnel Agua Negra, cuyo destino aún está en veremos tras las objeciones técnicas presentadas por un informe emanado del Ministerio de Obras Públicas de nuestro país en la primera mitad de este año, son las principales preocupaciones del ministerio.

En entrevista con Diario El Día, el seremi de Obras Públicas, Pablo Herman, se refirió a este último punto, defendiendo por un lado, las observaciones que Chile hizo sobre el estudio técnico elaborado por la contraparte argentina, recordando que “esta es una obra binacional, y por tanto, aquí nos podemos fallar”.

Herman incluso, no descartó la posibilidad de estudiar la apertura o habilitación de otras opciones frente a Agua Negra, por ejemplo, algunos pasos cordilleranos ubicados a la altura de la provincia del Limarí, donde aseguró, se ubica la principal área productiva de la región de Coquimbo, por lo que estudiar estas otras opciones frente al túnel Agua Negra, es perfectamente válido.

-¿En qué situación está en estos momentos el proyecto del túnel? En el último tiempo se han aparecido otras opciones a Agua Negra, como el paso La Chapetona.

“Yo creo que aquí no es bueno descartar las posibilidades. Se tiene que seguir estudiando la alternativa al túnel Agua Negra. ¿Y por qué digo que se tiene que seguir estudiando?

El Ministerio de Obras Públicas, como nunca antes, contrató expertos en túneles, pues nosotros aquí en Chile tenemos este tipo de expertos. Chile es un país minero y por lo cual sabemos perfectamente cómo hacer túneles y por tanto, las problemáticas que existen para hacerlos. Problemáticas que además, en los estudios que hizo nuestra contraparte argentina, no se habían tomado en cuenta, más allá de que se habían contratado expertos internacionales. Y es que recordemos que también hubo expertos internacionales en la construcción del puente Cau Cau (Valdivia) y aun así, fallamos.

Tenemos que tener en cuenta que esta es una obra binacional, y por tanto aquí no podemos fallar. En el túnel Agua Negra se estudiaron distintas problemáticas que podían existir al hacer un túnel donde existe 1.500 metros de masa, no se estudió lo que es estallido en roca, un punto que aumenta claramente el presupuesto. De hecho, lo que está aprobado es un anteproyecto bastante básico por 1.500 millones de dólares. Y se estima que solamente por el estallido en roca se va a duplicar el costo.

Por otra parte, qué pasa con el agua que hay debajo de la cordillera, con esos derechos, ¿para donde se van? ¿Para el lado argentino o el lado chileno? Por otro parte son 14 kilómetros de túnel de los cuales 10 kilómetros van paralelo a una falla y eso es bastante complejo.

Entonces, lo que se ha propuesto al lado argentino es profundizar algunos estudios para poder generar la obra de la mejor manera, y es ahí donde nace la opción de agrandar el área de estudio”.

-¿Agrandar el área de estudio hacia la provincia del Limarí?

“Ver también la posibilidad de estudiar sectores en el sector del Limarí. ¿Por qué no?”

-¿El Paso La Chapetona podría ser una opción?

“No necesariamente La Chapetona, sino que hay muchos otro pasos: Los Azules, Central Los Molles, y todos ellos ubicados a menos de 100 kilómetros del túnel Agua Negra. Y precisamente además, en el Limarí está la principal parte productiva de la región de Coquimbo.

Entonces es una opción a estudiar, porque además, se ubican a alturas menores claramente. Entonces está la chance, pero lo importante aquí es lograr la integración y de buena manera.

Chile y la región de Coquimbo quieren generar esta integración con nuestra provincia hermana de San Juan, además de Córdoba, Paraguay y Brasil. En el fondo, veamos cual es la mejor opción y el mejor lugar”.

Discusión en la EBITAN y preocupación por el Valle del Elqui

Al respecto, el seremi Pablo Herman lamenta que este año “después de varias veces en que insistimos en que nos citen a la EBITAN, que era presidida desde el lado argentino, se nos haya citado recién en octubre”.

“Ahora, entendemos que en lado argentino habían elecciones, pero en un momento, se nos cargó la culpa de que el Ministerio de Obras Públicas estaba retrasando el proyecto, y eso no fue de ninguna manera así. Es más, nosotros estamos proponiendo financiar –como Chile - estos estudios, lo que es un paso bastante importante en lo que es la ejecución de este proyecto”.

-Sin embargo, ese mismo proyecto genera también mucho rechazo en las localidades del  valle del Elqui, pues temen que con la apertura del túnel, el valle pierda su tranquilidad y ritmo de vida, además de afectar gravemente el ecosistema del sector.

“Bueno, Vialidad ya está trabajando en una ruta alternativa a la ruta D-41 que serviría también como un paso alternativo para una ubicación del túnel Agua Negra.

Y en eso querremos ser sumamente categóricos. ¿Por qué razón nosotros nos restamos de la autopista que se quería construir entre La Serena y Vicuña? Porque escuchamos a la gente, nos reunimos con cada localidad afectada por esta ruta., desde Altovalsol hasta Marquesa, toda el sector costero de Vicuña que son los tramos en donde hoy se está diseñando esta ruta. Y claramente la gente nos dijo no.

¿Y por qué no? Porque no quieren quedar aislados. Ellos tienen digamos, beneficios de una ruta turística, y una autopista lo que hace es conectar dos puntos y deja aislados a muchas localidades. Entonces generamos una ruta alternativa y esa ruta alternativa ya la estamos trabajando. Este es un proyecto de 800 millones de pesos que adjudicamos ya, y que llevamos un 5% de avance”.

-Y a estas alturas ¿se pueden estudiar otras opciones de conectividad?  

“Tenemos que ver cómo llegamos al puerto. Entonces tal como estamos trabajando en una ruta alternativa para el túnel Agua Negra, estamos viendo posibles rutas que conectarían un eventual paso por el sector del Limarí, y ahí es donde le pedimos a nuestra contraparte argentina que nos abramos a opciones. ¿Por qué debemos cerrarnos a una sola? Veamos las distintas opciones que hay.  

La idea es integrarnos y hacer un proyecto que sea beneficioso para todos, pero en un lugar que corresponde, porque no vamos a permitir que nuestro valle del Elqui, conocido internacionalmente, lo contaminemos con más luz cuando justo se están haciendo proyectos de inversión importantes en temas astronómicos.

Hay además, muchas zonas de interés turístico, humedales, y claramente una autopista generaría mayor intervención. Y nuestro valle es frágil, y por eso hay que cuidarlo”.

Proyecto ruta 5

-¿Qué otras obras para llevar a cabo tiene el ministerio como prioritarias en la región?

“La conexión de caminos que claramente es algo fundamental y ciertamente ayuda mucho a la calidad de vida de las zonas rurales.

En ese sentido, uno de los proyectos más importantes que tenemos para ejecutar ya a principios del próximo año, y en donde estamos ya en proceso de adjudicación, es el camino que une Combarbalá con Punitaqui, que corresponde a la tercera etapa Manquehua-Punitaqui, es que es un proyecto de 12 mil millones de pesos y está ad portas de adjudicarse.

Por otra parte, importante es también comentar que ya se adjudicó la nueva concesión de la ruta 5, y bueno, tenemos un año y medio en el cual tenemos que definir la ingeniería y detallar bien el diseño.

Por eso, aquí vamos a hacer una reunión con todas las comunidades y las distintas juntas de vecinos de la conurbación, porque claramente la participación ciudadana la hemos tomado como el principal eje del ministerio: juntarnos con los vecinos para que definan ellos también la modificación de los proyectos y poder participar en conjunto con ellos respecto a estas iniciativas, las cuales siempre traen problemáticas. Esa es la mejor manera de poder llegar a buen puerto.

La idea es trabajar en conjunto con las personas para este proyecto, y evitar justamente lo que pasó con la ruta 43, en la cual muchas localidades aledañas a la ruta, quedaron aisladas, sin una pasarela, sin un retorno, y eso ha generado bastante conflicto. Por eso la idea ahora, es elaborar junto a la ciudadanía el mejor proyecto de esta autopista urbana”.

-¿El proyecto de la ruta 5 se hará bajo la modalidad de concesión?

“Así es, se haría bajo la modalidad de concesión, pero es importante dejar en claro que no viene con peaje. Este tramo es parte de la concesionara entre Los Vilos y Coquimbo, y hoy se va a extender hasta La Serena. Entonces no va a afectar, uno, al bolsillo de la gente, y dos, como un costo adicional para los distintos gremios como camiones, locomoción colectiva, y a todos los que utilizan la vía, en general.

Lo que si se está evaluando es que en el sector interurbano es decir, desde Los Vilos hasta el sector rural de Coquimbo, se pueda colocar a futuro estos tipos de arcos (de cobro) en vez de peajes, y de esa manera que lo que se cobre sea el kilometraje que se anda.

Por ejemplo, la gente de Ovalle, ¿por qué va a tener que pagar siempre 2.550 pesos, si es que hacen un trayecto menor en la ruta? Además, eso nos va a permitir reducir ciertos costos”.

-¿A cuánto estamos de comenzar a construir la obra?

“Nosotros tenemos, y así lo dicen las bases, un año y medio para generar ingeniería y diseño en detalle, y después de ese año y medio comenzaría la construcción. Además, nosotros esperamos que al corto plazo, 2022 o 2023, ya estén solucionándose el tema de los pórticos”.

-Desde el estallido social en octubre, las concesionarias han sido en más de alguna oportunidad blanco de fuertes críticas por los precios de los peajes, y como éstos afectan al bolsillo de las personas. ¿Cuál es su opinión al respecto?

“Es importante comentar que más que por la metodología o por la concesionaria en sí, yo he podido percibir es que la gente está cansada de los abusos. Y yo puedo poner como ejemplo el sector de la ruta 5 que va hacia Vallenar. Hay sectores que no están terminados aun como el sitio de El Olivar.

Entonces son esos abusos que generan impotencia en la ciudadanía. Pero es importante decir que este sistema nos permite también a nosotros como ministerio poder llegar a lugares donde antes no podíamos, porque se nos liberan muchos recursos, con lo que podemos generar pavimentaciones en los sectores rurales donde antes era imposible, por ejemplo.

Este proyecto de la concesión de la ruta 5, tiene un valor de 500 millones de dólares, presupuesto que el ministerio no tiene ni va a tener. Entonces hay que sopesar las cosas buenas y ver el vaso medio lleno también.

Pero hay que corregir los abusos, como el aumento del IPC o el aumento de las tarifas, y en eso el ministro ha trabajado también con el área de Concesiones y las concesionaras para que no se sigan reajustando estos precios”.

Obras inconclusas

-Respecto a la ruta D-43 que une a Coquimbo y La Serena con Ovalle, ¿por qué aún muchas de sus obras finales no se han concretado?

“Claramente en la ruta 43 hubo un engaño de la administración anterior, en la cual se hicieron obras complementarias, se hicieron modificaciones de contrato y eso aumentó el costo del peaje en vez de haber aumentado quizás los años de concesión”.

-¿Pero en cuanto tiempo más podríamos ver las obras faltantes de la ruta 43 finalizadas?

“Esperamos nosotros ya licitar estas obras adicionales el próximo año.

Lo que nosotros hicimos aquí fue redistribuir recursos de la obra. Habían 150.000 UF que se iban a intervenir en el sector de Pan de Azúcar pero el municipio de Coquimbo tiene un proyecto de alcantarillado en el sector. Entonces no íbamos a intervenir en la pavimentación para que el año siguiente el municipio rompa toda la calle.

Entonces los que hicimos fue redistribuir esos recursos y colocarlos en los sectores rurales en donde había problemas de conectividad, iluminación, senderos peatonales para que lleguen a los paraderos, algunas pasarelas nuevas. Y todo eso conllevó trámites administrativos, como decretos de hacienda, de desarrollo social, etc.

Pero hoy ya está para la firma de nuestro presidente, y con eso nos da la chance de poder licitar estas obras. Ahora, ¿por qué licitarlas y no que la haga concesiones? Porque sabemos que si nosotros licitamos tenemos más chance de optar y ver distintos precios, y de esa manera poder adjudicar y tratar de generar más obras, porque siempre nos van a pedir más obras.

Es un trámite lento, lo hemos conversado con los vecinos quienes están muy inquietos, pues ya ha pasado un año desde que empezó a ponerse en marcha la ruta 43 y obviamente ellos quieren ver ya estas obras concluidas. Y por eso se les ha explicado los procesos en que están. Esperamos ya que con la firma de nuestro presidente poder licitar las obras y eso sería, ojalá, a comienzos del próximo año”.