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Alejandro Pizarro
Las restricciones sanitarias impuestas por la autoridad desde el pasado 11 de marzo vaciaron de visitantes a la Región de Coquimbo. La crisis sigue afectando a un sector que, desde hace tiempo, solicita a la autoridad políticas de ayuda específicas.

La actividad turística, una de los rubros productivos más importantes de la región, ha sido una de los más golpeados por la crisis sanitaria generada por el Covid-19.

Si bien el sector tuvo un pequeño “verano de San Juan” durante enero y febrero pasado, las fuertes restricciones retornaron en marzo, con el retroceso a Fase 1 (cuarentena) de las comunas de La Serena, Coquimbo y Vicuña, medida que se ha implementado posteriormente en otras comunas de la región.

Con ello, el tradicional turismo de temporada baja que se desarrollaba en marzo, como el turismo de Tercera Edad por ejemplo, teniendo su peak a fines de mes con la Semana Santa, virtualmente desapareció, quedando en el recuerdo los meses de marzo de años anteriores, tal como lo señala la directora regional de Sernatur, Angélica Funes.

“La Semana Santa es casi una pequeña temporada estival y donde muchas personas prefieren tomar sus vacaciones o simplemente un pequeño descanso. Los años 2017-2018 y 2019, los porcentajes totales de ocupación de alojamiento regional fluctuaron entre el 70% al 75%, según los datos de los alojamientos registrados en Sernatur”, explica.

En ese sentido, la autoridad explicó que en 2020, si bien no hubo llamado propiamente tal a cerrar los alojamientos, “el llamado era a no salir de casa y cuidarse, por lo que no hubo ocupación por concepto de turismo, salvo de personas que estaban por trabajo. Este año 2021, no fue distinto, seguimos en pandemia y los principales destinos receptores que acaparan el atractivo de la demanda y que poseen el 80% de los servicios, estaban y siguen aún en cuarentena”, añadió la directora regional de Sernatur.

 

Marzo ya estaba perdido

Si bien está más que claro que la actividad turística iba a ser, sí o sí, uno de los rubros más afectados por la emergencia sanitaria a raíz de la cuarentena, lo cierto es que desde sectores del gremio turístico regional ya daban por hecho que el mes de marzo estaba “perdido” de antemano, debido a la explosiva alza de contagios por coronavirus que ya se observaba a inicios de ese mes.

Así lo explica Irma Ávalos, presidenta de la Asociación Comunal de Comerciantes y Empresarios Turísticos de Paihuano, Asetur, comuna que, por lo demás, ingresó a cuarentena recién el pasado sábado 3 de abril.

“Estábamos casi seguros que no íbamos a tener la Semana Santa para trabajar. Estábamos resignados a ello, en pos de cooperar y colaborar con las medidas de prevención de la pandemia. En todo caso, nunca nos hemos sentido decepcionados o molestos por ello y, de hecho, así lo hablamos entre los colegas, porque pudimos trabajar entre enero y febrero”, señala.

En efecto, para esta empresaria turística de la comuna elquina, el haber podido abrir durante la época estival fue fundamental para lograr sostenerse económicamente en momentos de cierre como los de hoy. “Los negocios no tuvimos los mismos ingresos que los años 2020 y 2019, pero si estuvimos contentos porque nos visitó mucha gente de la región”, comentó.

Al respecto, desde el inicio de la temporada estival, comenta, “sabíamos que en cualquier momento nos podían cerrar. Así que trabajamos cada día como si fuese el último. Por eso que pudiéramos trabajar en febrero ya era increíble. Marzo entonces ya no importaba, y abril menos. Estábamos resignados”.

 

Ayudas específicas

Sobre el movimiento que por estos días se registra en la región -en concreto a lo referido a alojamiento- la presidenta de la Cámara regional de Turismo, Laura Cerda, explica que en estas semanas, en términos generales, sólo se limita a establecimientos que están trabajando parcialmente en otras alternativas asociadas al rubro, como el tema laboral o aperturas con un perfil sanitario. “Otros sencillamente, están cerrados por la falta de movilidad”, explica.

Una realidad, en todo caso, que no toca sólo a nuestra región, sino a todas aquellas comunas que en estas últimas semanas han debido reorientar sus actividades al espacio particular producto de las cuarentenas.

“Hace poco tuve una reunión con Achiga (Asociación Chilena de Gastronomía) y en general, todos en el rubro y en la mayoría de las regiones y comunas que están con cuarentena, estamos sufriendo los embates de la no movilidad”, señala la dirigenta gremial, situación ante la cual, reitera, se hace más que necesario que el Estado auxilie al rubro, pero con programas de ayuda específicos.

“El sector esta bastante afectado, entendiendo que estamos en una época de excepción, pero con la esperanza de que una vez pasada esta época, podamos volver a nuestras labores. Mientras tanto, estamos trabajando en lo que se pueda, soportando este periodo, y solicitando ayudas más concretas y específicas”, indicó.

 

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