“Tenemos que abordar el tema del agua de manera estructural”

Durante la mañana de este lunes, los ministros de Obras Públicas, Alfredo Moreno, y de Agricultura, Antonio Walker, anunciaron una serie de medidas para enfrentar la crisis hídrica que afecta al país.

La situación es complicada reconocieron  e incluso, el titular de Obras Públicas afirmó que “no sería responsable” descartar la opción del racionamiento de agua.

Ante una época estival que se adelante como seca y calurosa, el titular de Agricultura, en conversación con El Día, reiteró que el tema (del agua) “es muy crítico. En Atacama y Coquimbo, en la zona que está bajo riego tenemos asegurada el agua gracias a los embalses. Pero el problema está en la zona de secano”.

En ese sentido, Walker señaló que “estamos ante la sequía más grande de la historia de Chile. Esto ha sido un verdadero terremoto silencioso, porque mientras ocurre el estallido social hemos visto que la sequía sigue avanzando. Todos sabemos que de Atacama al Maule tenemos declarada toda esa zona como Zona de Emergencia Agrícola”.

Al respecto, el ministro afirmó que producto de esta situación, se ha visto afectada la ganadería, la población de abejas, y se ha evidenciado un aumento en los incendios.

El vital elemento 

Bajo este escenario, la autoridad explicó que ahora las acciones van encaminadas hacia el cuidado del agua y el fomento del uso racional del recurso hídrico.

De hecho, durante la reunión de este jueves, el ministro Walker y su par de Obras Públicas, aseguraron que en los próximos días se lanzará una campaña pública sobre la importancia del uso racional del agua y de la necesidad del ahorro del agua, con prácticas cotidianas como tener duchas más cortas, reparar o cerrar bien las llaves, regar de noche, o reutilizar el recurso.

A eso se suman otras acciones como el recientemente anunciado Plan de Emergencia Hídrica que se pondrá en marcha lo más pronto posible, y cuyos ejes son Desarrollo Agropecuario, Desarrollo Social y Agua

Sobre este último recurso, el ministro Walker explicó que es necesario avanzar “hacia una nueva gestión del agua, para lo cual necesitamos una nueva institucionalidad. Además, debemos acelerar el proceso de tecnificación del riego para la agricultura, ocupar la técnica de infiltración de acuíferos e implementar el plan de priorización de los 26 embalses que tienen una inversión de 6 mil millones de dólares. Además, estamos viendo como acelerar e incentivar la construcción de plantas desaladoras de agua, reutilización de aguas grises y avanzar en el manejo centralizado de cuencas”.

Modificar el código

Específicamente, sobre el tema de eventuales modificaciones a la institucionalidad del recurso hídrico que afectaría al actual Código de Aguas, el ministro explicó que en Chile “el agua era un bien abundante, pero ahora es un bien escaso: creció la agricultura, creció la economía, creció la población y hemos tenido un déficit de precipitaciones en los últimos 15 años. Chile tiene una mayor demanda de agua y tiene una menor oferta, entonces tenemos que abordar este tema como un tema estructural”.

Sobre la discusión en sí, que actualmente se lleva a cabo en la Comisión de Agricultura del Senado, afirmó que “no existen grandes diferencias con la oposición en cuanto a los principios”.

“Esos tres principios fundamentales son: uno, que el agua es un bien nacional de uso público, nadie es dueño del agua. Y dos, no a la especulación; el agua es para los que la ocupan”, a lo que agregó que “en Chile en el pasado se dio una anomalía, en donde hubo mucha especulación con el agua pues había gente que se podía hacer de derechos de agua, sin tener un proyecto detrás. Eso lo estamos corrigiendo con el pago de una multa, para quien tiene derechos de agua y no la ocupa. Esto lo introdujo el Presidente Lagos el año 2005 y nosotros queremos aumentarlo exponencialmente para que nadie en Chile tenga derechos de agua que no ocupe”.

“Tenemos actualmente un código del año 1981 y ese código hay que modificarlo porque Chile cambió, y tenemos una mucho menor disponibilidad de agua porque el cambio climático ha repercutido con menores precipitaciones y con sequías como ésta, tan larga y prolongada. En ese sentido, creemos que el código de aguas es muy importante para abordar este tema. Tenemos que adecuarnos y adaptarnos a esta nueva realidad hídrica”, argumentó el secretario de Estado.