El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció esta semana que las proyecciones de crecimiento de la economía chilena para este año volvían a caer, de 2,1% a sólo un 1,5%. El mismo organismo prevé que para toda América Latina y el Caribe habrá una contracción económica de un 0,5% en 2016, completándose dos años de leves caídas.
No es un misterio que la economía no va bien y que la constante caída en el precio del cobre está poniéndonos en una situación fiscal muy incómoda, que nos obliga a redoblar esfuerzos y a ser mucho más creativos e innovadores para retomar la senda del crecimiento y el empleo.
El comercio y la integración son dos caras de una moneda que puede ayudarnos a enfrentar de mejor manera este mal momento. 
La posibilidad de retomar el proyecto de corredor oceánico y mejorar el paso de Agua Negra en nuestra región es clave para generar mecanismos permanentes de integración y facilitación del comercio.
La Región de Coquimbo es un polo de turismo y de exportaciones que se vería inmensamente favorecido si hay un incremento del tránsito por este paso. 
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) –a través de su embajador en Chile Koldo Echebarría, señaló su interés en financiar el proyecto de Túnel Agua Negra, durante este año.
Si se concreta el ofrecimiento del BID de transformarse en un ente facilitador de las medidas técnicas que se requieren para poner en marcha esta iniciativa, se trata de una de las medidas de incentivo a la reactivación más relevantes para nuestra región en años. 
Tanto el Gobierno regional como el CORE han desplegado una intensa agenda en este ámbito y no están errados, ya que una mejor conectividad internacional redundará en más turistas, más comercio y más creación de valor para nuestra economía regional.
Estamos hablando de conectar nuestros caminos, nuestros campos, nuestras playas y nuestros servicios con una población de millones de habitantes de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. 
Se trata de oportunidades de consolidación de nuestra industria de servicios y de la opción de abrir mejores condiciones para el emprendimiento.
Ahora falta que las instituciones del Estado se pongan a tono y sintonicen de manera expedita y eficiente este esfuerzo internacional de financiamiento e integración, para que tengamos en el futuro no muy lejano uno de los pasos fronterizos más modernos e integradores de Chile.
X