nuestra región tiene un insospechado valor para las exportaciones de todo Chile. ¿Sabía usted que los principales países a los cuales llegan nuestros envíos son Japón y Alemania, seguidos de Corea y China? Somos exportadores mineros esencialmente, con una participación menor de otros productos, lo que nos hace poner una alerta no menor respecto de nuestra matriz productiva regional.Un informe del INE muestra que en mayo de 2017 las exportaciones de la región alcanzaron 208,8 millones de dólares, 30,6% frente al mismo período del año pasado, lo que representa 91 millones de dólares menos para las empresas.La minería es el principal exportador de nuestra zona, de la mano de los envíos de cobre y de hierro y que suman el 77% de nuestra producción al exterior. El problema es que el cobre ha tenido una caída importante y su menor valor ha arrastrado a toda la economía chilena a la baja.El sector silvoagropecuario es el segundo de relevancia con un 11,7%, donde destaca básicamente la exportación frutícola y detrás de ella, la de alimentos y alcoholes. Más atrás están la Industria y la pesca extractiva, pero con poco más de un 8% y un 2,4% respectivamente. Es decir, si a la minería le va mal, a la región le va mal.Hay que hacer algo. No sólo en Chile, sino también a nivel de las regiones. Debemos ser capaces de encontrar aquellos nichos productivos y exportadores que resuelvan dos cosas: evitar la monodependencia de un solo producto y, por otro lado, buscar más mercados donde poner estas exportaciones.Sería muy interesante contar con opinión especializada de opciones como región minera y las oportunidades que podemos abrir en otros mercados. Depender del cobre no es una buena idea, sobre todo cuando vemos que cada cuatro o cinco años, Chile es afectado por alguna turbulencia económica internacional.Cuando hablamos de que queremos más descentralización, tenemos que ser capaces de que esa independencia se genere en la misma región. No podemos esperar que de Santiago vengan a decirnos cuáles son las mejores estrategias para asegurar el desarrollo de la región. La invitación es a los cerebros locales, a los innovadores y a los emprendedores, para aportar, opinar y convocar a los actores locales y buscar un mejor futuro para nuestra gente.
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