Este domingo, un país entero estará pendiente de lo que ocurra con nuestra selección de fútbol que jugará con la poderosa Alemania, la final de la Copa Confederaciones. Y c reo que es muy buen momento para reflexionar sobre un par de cosas que dijo en los días previos, Alexis Sánchez, el delantero que nos deslumbra no sólo con sus jugadas, sino que también con su personalidad.Alexis dijo dos cosas que tocaron la fibra de millones de chilenos. Contó que para el mundial de 1998, él ni siquiera tenía tele en su casa. Además, con mucha asertividad dijo que si los chilenos no éramos capaces de apoyarnos entre nosotros, nadie iba a hacerlo.Esto está tan ligado a la política que llega a estremecer. Para 1998, cuando Alexis tenía que buscar una casa con televisión para ver a la dupla de Salas y Zamorano, Chile era un país bien distinto al que viven miles de otros Alexis que a lo largo de Chile sueñan también con darle el palo al gato y cambiar sus vidas y las de sus familias.La diferencia central está en que hoy, este país ha ido creciendo para dar más y mejores herramientas a las familias para sacar a sus hijos adelante. En 1998, la universidad y los colegios se pagaban; en 1998, Chile apenas tenía comercio exterior debido al aislamiento que vivió por culpa de la dictadura.En los últimos 10 años, los resultados de las pruebas del Simce han ido en aumento, se ha acortado la brecha entre hombres y mujeres en matemáticas y se ha ido reduciendo la brecha entre niños provenientes de hogares más acomodados respecto de los hogares más humildes.Todo esto ha ocurrido gracias al esfuerzo de las familias, de los estudiantes y de los profesores. Pero también ha habido una voluntad política para hacer que Chile le dé esas oportunidades a los Alexis, a los Arturos, a los Beausejour… Esa diversidad que muestra nuestra selección es reflejo de lo que queremos para Chile: una nación que integre, que admire a su gente sin importar su origen y que, por sobre todo, sea capaz de apoyarse unos a otros cuando se trata de sacar tareas colectivas, tareas país.Sea cual sea el resultado de la selección, debe inspirarnos a mirar el futuro con esa misma épica y pensar que no importa lo que pase en las elecciones, de lo que se trata es de hacer de Chile un lugar en el que quepamos todos. 

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