Durante esta semana se dio a conocer la Nueva Política Nacional de Actividad Física y Deporte, de aquí al año 2025. Sin duda que los titulares son auspiciosos: se busca ampliar la participación de las familias en la práctica de la actividad física durante todo el curso de la vida, promocionar los beneficios y valores de la práctica del deporte, poner al Estado al servicio de su sistema nacional de promoción de la actividad física y, por último, posicionar a Chile en el alto rendimiento.Suena bien, es lo correcto. Más aún cuando esta política ha sido fruto de una construcción colectiva e integradora, con más de 230 diálogos ciudadanos en 208 comunas de todo el país. Cuando este tipo de políticas incorporan a la comunidad, tenemos mejores chances de hacerla conocida y apropiada por la gente.Entendemos y compartimos la idea que expresó la Presidenta en el lanzamiento de la política y que tiene que ver con que el deporte y la actividad física no pueden estar ligados a si una familia tiene o no dinero para hacerlo; no es un tema de las élites, no es para unos pocos, sino para todos los ciudadanos y ciudadanas del país. El deporte y la actividad física son un asunto de salud pública y de derechos inalienables.La política de deporte -según su diseño- implica la labor coordinada de los ministerios de Salud, Educación, Trabajo y Previsión Social, Vivienda y Desarrollo Social, con el fin de que el deporte se convierta en una política de Estado. Pero si queremos que esto no sólo suene bien, sino que funcione de verdad, necesitamos una gestión eficiente, seria, responsable, audaz y moderna, elementos que no necesariamente se han visto en la actual gestión del Ministerio del Deporte. Hay temas referidos a la ejecución presupuestaria y a las obras que se esperaban de parte de ese Ministerio que no se han concretado, lo que nos obliga a preguntarnos si no se puede hacer más por tener una política nacional de deporte y actividad física que realmente tenga impactos en la ciudadanía. Tenemos preocupantes índices de obesidad infantil y adulta y pobres resultados en materia de deporte competitivo. Entre medio, hay muchas dudas acerca de si se están haciendo bien las cosas para ofrecer una oferta real, oportuna y abierta para que la gente vea en el deporte y la actividad física una opción de vida sana y no una actividad ajena a sus vidas. 

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