Las últimas cifras dadas a conocer por el Ministerio de Salud respecto de la prevalencia del tabaquismo en nuestra región son realmente alarmantes: casi un 42 % de la población regional fuma desde los 15 años, donde las mujeres llevan la triste delantera con una mayor incidencia de fumadoras precoces. De hecho, Chile es uno de los países más fumadores del mundo y de la región.
Se sabe que uno de cada cuatro estudiantes de 8° básico ya fuma, cifra que sube a la mitad en la enseñanza media. ¡El tabaquismo es la enfermedad que más gente mata en Chile con 45 muertes diarias! 
En el mundo son millones las personas que pierden la vida por esta razón y son millones los gastos médicos asociados a enfermedades provocadas y derivadas por el consumo de cigarrillos.
Como región, como familias, debemos hacer mucho más para rescatar a los más jóvenes de un vicio tan nocivo y peligroso como el tabaquismo, sobre todo cuando vemos que tenemos consumidores muy jóvenes. En tal sentido, sería muy importante que los planes de educación y de prevención sean analizados, evaluados y corregidos de acuerdo a la realidad y la experiencia local.
Desearíamos que en nuestra región la reforma educacional también tratara de los contenidos y el espíritu que deben guiar la nueva forma de educar en Chile: con más integración, con más equidad, pero también con más salud corporal y mental para nuestros jóvenes.
Aún es tiempo de potenciar ese debate y que se haga de manera local, de modo de fortalecer otras actividades que le ganen el terreno al tabaquismo y a las drogas, como el deporte, el arte, la cultura y la acción comunitaria. Somos una región fumadora y eso no es ningún orgullo, ya que se traduce en gente enferma, en gastos médicos que pudieran evitarse y en muertes que tampoco tienen por qué ocurrir.
X