La emergencia provocada por las lluvias en la región tiene a más de 22 mil personas en La Serena-Coquimbo y 26 mil en Ovalle sin suministro de agua potable. Desde 1957 que no caía tanta agua en un solo día, acercándose a cifras históricas y que mostraron lo complejo que es para nuestra zona, contener tanta agua, a pesar de que arrastramos una sequía prolongada.Descontando las lamentables muertes que se produjeron durante el temporal, la situación del embalse Recoleta y el masivo corte de agua, la región lo soportó de buena manera. El sistema de protección civil –que reúne a organismos de gobierno y no gubernamentales- actuó de manera coordinada, realizando las evacuaciones preventivas en aquellos casos en los que era mejor anticiparse.Salvo el embalse Recoleta, en general toda la infraestructura mayor de la región aguantó las crecidas por estas lluvias, inusuales en una zona en la que llueve 12 milímetros en promedio al año.ONEMI y la Intendencia lideraron el proceso de control y coordinación de la policía, Bomberos, Fuerzas Armadas y personal de emergencias del MOP que monitorearon minuto a minuto cada punto que mostraba eventuales riesgo.Esto muestra que hemos ido aprendiendo de errores anteriores y de desastres que la naturaleza le impone a Chile, cada vez con más frecuencia. Esto podría ser mucho mejor si tuviéramos ya en funcionamiento la nueva ONEMI, proyecto que está siendo tramitado en el Congreso.Ahora bien, podemos tener los mayores recursos o equipos de emergencia, pero si eso no va acompañado de una actitud responsable y de autocuidado de parte de todos, es poco lo que se puede hacer para salvaguardar la vida de las personas y la propiedad.Me refiero a que se debe tomar conciencia sobre no construir ni viviendas, ni empresas, ni instalaciones peligrosas en zonas de riesgo. Siempre se deben tomar las precauciones y adelantarse a posibles desastres provocados por fuerzas de la naturaleza, pero que podrían mitigarse si se hace buena ingeniería y nueva prevención.Del mismo modo, si la gente construye sus casas en terrenos no regularizados, en tomas no autorizadas o actúa de manera imprudente ante una emergencia, es muy probable que se produzcan daños a la propiedad e incluso a la vida. Todos tenemos que poner de nuestra parte, porque no todo es responsabilidad de un gobierno o del gobierno comunal.Estar preparados y responder a una situación de catástrofe es responsabilidad tanto de las autoridades como de la propia sociedad civil.Debemos tomar esto en serio y asumir cada uno su cuota de responsabilidad. Después, echarle la culpa al otro es lo más fácil. 

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