Crédito fotografía: 
Cedida
Sistema de delivery y el uso de redes sociales han sido las formas más comunes para comercializar droga durante la pandemia. Pero no ha sido el único efecto de la crisis, el cierre de fronteras potenció el cultivo especialmente marihuana, siendo la Región de Coquimbo ideal para ello por sus condiciones climáticas y geográficas. Esto ha significado un desafío para los detectives que día a día luchan para erradicarla.

Desde que inició la pandemia ha habido cambios en todos los aspectos y el tráfico de drogas no quedó atrás. El cierre de fronteras y la imposibilidad de importar sustancias ilícitas desde el extranjero dificultó en primera instancia a quienes se dedican a este delito. No obstante, al igual que sucede en ambientes de trabajo, se “adaptaron” a los cambios, incrementándose con ello la producción nacional, específicamente la de cannabis.

La región de Coquimbo, especialmente comunas de las provincias de Limarí y Choapa, por sus condiciones climáticas y geográficas, han sido históricamente zonas de cultivo de cannabis, lo que se vio incrementado en el último año.

Sin embargo, el cultivo, cosecha y distribución de marihuana no fue lo único que aumentó con creces, también lo hicieron los equipos de profesionales dedicados a erradicarla, quienes en los últimos dos años han concretado grandes operativos de incautación con resultados exitosos.

El comisario Miguel Cabezas, jefe de la Brigada Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado (Brianco) indicó que están en constante perfeccionamiento de sus procesos investigativos con el fin de adaptarse a los cambios y la evolución de los delitos.

“A nosotros nos afectó la pandemia, tuvimos que reinventarnos por un tema de bioseguridad y posibles contagios, pero el delito de narcotráfico no ha cesado ni un minuto con esta crisis. Hemos tenido que tomar los resguardos necesarios para poder contrarrestar la amenaza del Covid-19 y lograr combatir el narcotráfico, ya que, lo que más se ha visto incrementado ha sido el tráfico barrial, los homicidios con armas de fuego y las disputas de territorios en poblaciones conflictivas”, sostuvo el detective.

En ese contexto, destacó la “Operación Meseta” de septiembre del 2020 en el sector de La Antena, con la que se logró la detención de 21 personas pertenecientes a dos clanes familiares, además de la incautación de más de 9 kilos de cocaína base y 10 millones de pesos, entre otras especies.

“Esa diligencia con exitoso resultado nació a raíz de diversos hechos de violencia relacionados con la utilización de armas de fuego, microtráfico, homicidios. La comunidad en ese sector, al igual que otros sectores, ha perdido sus espacios comunes. Por eso, nosotros muy comprometidos con la ciudadanía, queremos devolver esa seguridad y esos espacios comunes”, añadió.

Un despliegue que han realizado en los sectores barriales con el fin de dar con las bandas dedicadas a ese delito, las que aprovechando las situaciones propias de la crisis sanitaria, han modificado su modus operandi, transportando, por ejemplo, las sustancias ilícitas en camiones de insumos de primera necesidad, transformándose en un desafío para las policías.

Rol de los canes



Cada día los delincuentes son más “creativos” al momento de cometer los ilícitos, buscando nuevos lugares y formas de esconder la droga, para así intentar distribuirla a otras regiones. En ese sentido los canes han pasado a ser integrantes cada vez más fundamentales al interior de las brigadas antinarcóticos. 

“En esta brigada contamos con el apoyo incondicional el tres ejemplares caninos. Dos que son detectores de droga y un pastor belga que próximamente va a salir a combatir la delincuencia en irrupciones y control de situaciones de crisis”, sostuvo Cabezas.

Los dos canes de la Brianco La Serena, sumado al de la brigada de Los Vilos, han logrado detectar importantes cargamentos de droga los últimos años, permitiendo la incautación de más de 500 kilos de cannabis escondidos en dobles fondos de camiones. Un apoyo no solo en los controles terrestres de antinarcóticos, sino también en las irrupciones a domicilios.

Micro tráfico cero



Compuesto por cuatro detectives por comuna, el programa Microtráfico Cero (MT0) forma parte de las Brigadas Antinarcóticos y Contra el Crimen Organizado de La Serena y Los Vilos, y ha sido, de acuerdo al comisario Cabezas, uno de los aciertos más importantes para dar respuesta a la ciudadanía en cuanto al tráfico barrial.

“La idea de este equipo no es solamente atacar la venta de un solo domicilio, sino que el programa MT0 busca desbaratar clanes familiares dedicados a este delito y afectarles el patrimonio a las bandas y organizaciones criminales con el fin que no vuelvan a instaurarse en las poblaciones tan fácilmente”, especificó el jefe de la Brianco de La Serena.

Plan cannabis



El Prefecto del Choapa señaló que con la crisis sanitaria trajo consigo un aumento considerable en el decomiso en el Plan Cannabis en los últimos tres años, ya que solo en el Choapa el 2019 se incautaron 28.049 plantas vivas y 144 kilos de cannabis procesada, mientras que en 2021 la PDI registra el decomiso de 51.454 plantas y más de 608 kilos de cannabis a granel.

Según explicó Makuc, con la pandemia se han detectado estrategias nunca antes vistas, como el uso de personas que cuidan las plantaciones en todas horas del día, de temporeros para cosecharla, sistemas de regadío con cañerías a goteo de kilómetros de extensión en quebradas.

Otro de los fenómenos que comentó se ha visto este año por la escasez de sustancias es la “quitada de droga” entre bandas, provocándose enfrentamientos violentos, uno de los cuales terminó con una persona fallecida. 

Es justamente en cerros lejanos y quebradas de difícil acceso que se dan los cultivos de cannabis, en su mayoría en terrenos fiscales, aunque otros en lugares con dueños sin conocimiento de los propietarios. Por lo mismo, la Brigada Aeropolicial y la presencia del helicóptero institucional han sido esenciales para detectar los cultivos, puesto que permiten llegar a zonas donde los detectives no pueden hacerlo de otra forma.

No obstante, ese método también ha dificultado la detención de los responsables de los cultivos, puesto que al detectar la presencia del helicóptero, huyen del lugar, logrando los agentes el decomiso de las plantas pero no así la aprehensión de los sujetos involucrados.

Por otro lado, la producción de cannabis no solo se foscaliza dentro de la región, sino que el objetivo de las bandas es distribuirla a otras zonas, especialmente la región Metropolitana, pero también Valparaíso, O’Higgins y la región del Biobío. 

En ese sentido la coordinación de los distintos equipos y brigadas es esencial para la incautación de las sustancias y detención de los sujetos, por lo mismo, existe contacto y colaboración permanente de las diversas brigadas especializadas de la PDI y además, porque el tráfico de drogas está asociado en general a otros delitos, como el uso de armas de fuego y robos.

 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X