Preocupación por presunta banda que embauca a jóvenes ebrios para robarles

Lo llamaremos “Pedro”. Tiene 25 años y es estudiante universitario. Bueno para el carrete, lo admite, pero desde el pasado viernes 21, ya no lo será tanto.

Y es que ese día vivió una de las peores experiencias. Se encontraba junto a un grupo de amigos en un pub del centro de La Serena y se le pasaron las copas. Sencillamente “se borró”.

Sin que nadie pudiera detenerlo, se paró del local donde había estado bebiendo durante la tarde y noche, salió a la calle, según dice, rumbo a su casa.

Pero algo salió mal. Resulta que en el camino una mujer y dos hombres se le acercaron amistosamente en una primera instancia, pero con macabras intenciones.

“Estaba ahí al frente de la iglesia San Francisco, por lo que me acuerdo había entrado al cajero automático, pero no saqué plata. Andaba muy mal. Por eso que esta gente me vio y me hicieron lo que me hicieron”, cuenta el joven, algo avergonzado.

Claro, cayó en las redes de la que resultó ser una banda delictual especializada en engañar a personas que circulan en estado de ebriedad por las calles céntricas de la capital regional.

Según relata “Pedro” utilizaron el clásico modus operandi de este tipo de organizaciones criminales. La mujer, muy guapa y escotada fue la primera en abordarlo, le coqueteó y lo invitó a continuar la fiesta en otro bar cercano.

Cuando iban en camino se sumaron los otros dos sujetos y juntos entraron a otro lugar para seguir bebiendo. “Ahí seguí tomando harto. Ya estaba curado desde antes imagínate cómo quedé, no estoy seguro si me echaron algo en el trago o no, pero tuve una sensación muy rara. Después no me acuerdo de más, hasta que estábamos de nuevo en el cajero automático. Yo saqué 120 lucas, que era lo que tenía, y la mina me las quitó, o sea yo se las pasé porque me dijo que era para que carreteáramos, pero no, al final me las robó”, relata “Pedro”.

Sí, los sujetos ya lo tenían en sus manos y la historia no terminaría ahí. Los antisociales  llevaron al joven hasta el paradero de los colectivos que van hasta el sector de La Antena y La Florida, con la intención de subir a uno de estos sectores, presuntamente con oscuras intenciones, las que afortunadamente no pudieron concretar.

Resulta que cuando iban a tomar locomoción, los tipos, por alguna razón, huyeron del lugar. “Se fueron corriendo los tres con mi plata. Además, me habían sacado la cartuchera, con todos mis documentos y tarjetas. No sé por qué arrancaron, yo creo que alguien se dio cuenta de lo que estaban haciendo, tal vez, un colectivero fue el que me salvó”, afirma.

¿UN HECHO RECURRENTE?

“Pedro” no denunció el hecho. Dice que no saca nada, y asegura que como él, esto seguramente les ha ocurrido a otras personas.

Concurrimos hasta el paradero de los colectivos que van rumbo a La Antena y La Florida, y en el lugar, uno de los choferes ratifica que la situación es más habitual de lo que parece. “Pasa siempre, sobre todo los fines de semana. Nosotros aquí cachamos altiro cuando hay algo raro, porque no es normal que vayan tres personas totalmente sobrias y una muerta de curada. Cuando vemos eso, en algo malo andan. Pero ahí no podemos hacer nada, es la gente la que tiene que andar con cuidado nomás”, sostuvo el trabajador.

Consultados, en Carabineros aseguran que no han recibido ninguna denuncia por hechos de este tipo, pero no descartan que puedan estar ocurriendo, ya que se han suscitado en años anteriores. Por ello, hacen el llamado a dar aviso a la policía, de lo contrario, ellos no podrán actuar. “Es fundamental que cuando a alguien le pasen estas cosas dé aviso a Carabineros, porque si no hay denuncias, nosotros no podemos focalizar nuestro trabajo preventivo”, manifestó el prefecto de Coquimbo, Luis Carrera. 

AUTOCUIDADO

Pero el policía también enfatizó en la responsabilidad que deben tener las personas para evitar ser víctimas de actos delictivos como el que sufrió “Pedro”. En ese sentido, manifiesta que es fundamental el autocuidado. “Si uno va a salir a alguna fiesta o va a ingerir alcohol, es fundamental que se cuide. Primero, que no conduzca, pero también debe tener cuidados en otros aspectos, como no andar sólo por la calle, menos si se está en estado de ebriedad. Cuando las personas se van a sus casas idealmente deben hacerlo en grupo para disuadir a los antisociales. Andar sólo en esas condiciones implica un riesgo muy grande”, precisó Carrera.