Seguridad en Coquimbo confronta a municipio y gobernación provincial

Bastante incómodo se le ha visto al alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira, con los reiterados delitos que se han producido en su comuna, especialmente durante el toque de queda, lo que ha significado que no solamente manifieste su malestar y preocupación por redes sociales, sino que le envió un oficio al gobernador provincial de Elqui, Gonzalo Chacón, haciéndole ver la urgencia de tomar medidas en materia de seguridad.

De hecho, el edil traspasa la responsabilidad a la Gobernación que, por mandato, tiene facultades para adoptar medidas mediante las policías, frente a lo cual la autoridad provincial responde que los municipios tienen mucho que decir en materia de seguridad de la población.

Consultado el edil sobre esta situación sostuvo que “con rabia e impotencia hemos visto cómo durante la última semana nuestra comuna ha sido blanco de hechos delictuales que sin duda nos preocupan, porque la seguridad es un tema sensible para nuestros vecinos y vecinas”.

 “Recordarle al alcalde  que la seguridad es un trabajo en conjunto entre Carabineros, la Gobernación y la municipalidad. El municipio no puede desmarcarse”, Gonzalo Chacón, gobernador provincial de Elqui

Mencionó que desde la municipalidad, y durante la emergencia sanitaria, han redoblado los esfuerzos en prevención, “con el trabajo de más de 30 funcionarios y adoptado un plan de contingencia para dar cobertura a los diversos territorios de la comuna. Sin embargo, la labor que diariamente cumplen nuestros funcionarios y funcionarias es sólo coadyuvante de las policías -que son quienes deben velar por la seguridad pública-, prestando colaboración en tareas de vigilancia y coordinando acciones con Carabineros de Chile y Policía de Investigaciones para focalizar sus servicios”.

Frente a la frecuencia de delitos en su comuna, Pereira, envió un oficio a la gobernación provincial de Elqui, “reiterando la necesidad de adoptar medidas urgentes en materia de seguridad y disponer de personal en el centro de la ciudad y puntos críticos de la comuna durante el toque de queda, sobre todo tomando en cuenta que la mayoría de los delitos se han concentrado en ese horario”, dijo el edil.

Seguridad municipal

Referente al trabajo de seguridad que realizan como municipio, Marcelo Pereira, afirmó que continuarán tal como lo han hecho hasta ahora, “mejorando y potenciado nuestro sistema de cámaras de teleprotección, con patrullajes preventivos integrales en los 3 grandes territorios en que hemos dividido la comuna para este efecto: Sector rural, Tierras Blancas y Parte Alta-Centro de Coquimbo y ejecutando sobrevuelos con el dron para patrullajes y fiscalizaciones a distancia”. De paso anticipó que  adquirirán 4 drones, dos de ellos con visión nocturna.

El gobernador de Elqui, Gonzalo Chacón, dijo que el oficio estaba siendo analizado por el encargado de seguridad, pero subrayó que era importante “recordarle al alcalde  que la seguridad es un trabajo en conjunto entre Carabineros, la gobernación y la municipalidad. El municipio no puede desmarcarse de la acción de seguridad pública que realizamos constantemente, en particular porque tienen nuevos vehículos destinados a esta función, que deben estar en la calle apoyando la labor que realiza Carabineros”.

Explicó que ellos han estado trabajando con Carabineros y la Cámara de Comercio de Coquimbo antes, durante y después de la cuarentena, y también en horario de toque de queda, e incluso que se designó un fiscal de foco para los delitos del centro de Coquimbo.

“Realizamos rondas preventivas todas las semanas y en reiteradas ocasiones también hemos invitado al alcalde para que esté presente y no ha asistido y el llamado que yo le hago, en vez de criticar, es a trabajar unidos en bien de la seguridad de los vecinos”, dijo Gonzalo Chacón.

Particularmente en el último mes han ocurrido reiterados delitos en Coquimbo durante el toque de queda, destacando un alunizaje en una tienda de mascotas y la madrugada de ayer el robo de vehículos a las Bodegas Cencocal en el Bario Industrial, donde los delincuentes arrojaron miguelitos.