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El Día
Están a la espera de finiquitar algunos detalles como habilitación de agua y luz para poder trasladarse a un recinto definitivo, que en un comienzo será arrendado por el municipio, hasta que tengan autonomía. En la segunda quincena de febrero podrían estar en su lugar definitivo.

Con seguridad en el mes de febrero quienes se dedican a vender frutas y verduras en las calles de La Serena como vendedores ambulantes, saldrán  de este lugar de manera definitiva, luego que se llegara a un acuerdo con el municipio y este último propiciara su traslado a un recinto privado.

En la municipalidad reconocen que se ha venido realizando un  trabajo serio para poder erradicar a un grupo mayoritariamente de mujeres que venden en la vía pública y que son jefas de hogar que por años han mantenido sus grupos familiares.

Como las normas locales no permiten este tipo de comercio en la vía pública, pero que en la práctica se da de manera irregular, han buscado la mejor manera de poder erradicarlas de las calles, pero a la vez permitirles que sigan teniendo ingresos para el sustento familiar.

De esta forma, el municipio ha comprometido un acuerdo  con el empresario Juan Rendic, quien cuenta con un amplio terreno en calle Vicente Zorrilla (detrás de La Recova), donde se instalarán definitivamente las verduleras.

Mujeres de trabajo

En la municipalidad de La Serena reconocen que se trata de mujeres de trabajo y esfuerzo que por diferentes razones se han visto en la necesidad de salir a vender a la calle para poder sobrevivir y que no son pocas las que llevan años trabajando en la vía pública de manera irregular, por lo que se busca poder regularizar su situación, se conviertan en vendedoras legales y  que no pierdan los ingresos que les han permitido sostenerse.

Preparando el lugar

En las últimas semanas se ha estado habilitando el recinto, con el objeto de que esté en las mejores condiciones posibles para que en el mes de febrero se haga la erradicación desde las calles de la ciudad a este espacio, que en primera instancia se llamaría, “El Mercadito”.

Confirman compromiso

El alcalde de La Serena, Roberto Jacob Jure, confirmó el compromiso  de apoyar a este grupo de mujeres y que han firmado un contrato de arriendo con el propietario del recinto hasta donde serán emplazadas.

Jacob Jure sostiene que al instalarse de manera definitiva cancelarán un permiso normal donde se les incluirá parte del arriendo.

“Pero a la vez, vamos a hacer una especie de convenio con una institución para que ellas no tengan que pagar tanto, pero en los primeros meses nosotros las vamos ayudar, vamos a hacer que se ubiquen bien primero y después recién vamos a  conversar cómo lo haremos más adelante. Eso lo vamos a ir afinando en la medida que empiecen a trabajar. Lo importante es que ya habilitamos el sitio por costo nuestro”.

También se refirió al arriendo del espacio, indicando que el municipio firmó el contrato, luego que el empresario así lo planteó tras mostrar toda la voluntad de que ese terreno se destinara para que se instalaran estas vendedoras.

“Él lo tenía en venta, pero tuvo la voluntad de acceder, indicando que si era para el municipio no tenía problema en que se utilizara y sin un costo elevado”, asegura el alcalde, quien además dijo estar consciente de la situación que viven estas personas.

Implacable fiscalización

Uno de los temores que tienen algunas vendedoras de verduras, es que una vez que ellas salgan de las calles y se establezcan legalmente, esos espacios sean ocupados por otras personas que inicien la venta de los mismos productos, lo que podría significar que su salida fuera infructuosa y sus ventas se vinieran al suelo una vez hecho el traslado y el remedio resultara peor que la enfermedad.

Sobre esto el alcalde Roberto Jacob, dijo que no ocurrirá y que una vez erradicadas los controles de los inspectores municipales y de Carabineros serán implacables, ya que no se permitirá ni siquiera un carro de supermercado vendiendo algún producto.

“Simplemente vamos a fiscalizar de forma muy dura. El que les estemos entregando una oportunidad no significa que le vamos a permitir a otros que lleguen, eso está absolutamente claro. Se aplicará la ley absolutamente”, precisa Jacob.

Situaciones de vida complejas

Las vendedoras de verduras son personas que enfrentan diferentes situaciones familiares, muchas de ellas complejas. Hay madres solteras, separadas, con varios hijos por los que deben responder a diario y procurar que estudien.

Reconocen que muchas veces han tenido que vivir sus vidas cuesta arriba y que se vieron en la necesidad de salir a la calle a vender, huyendo muchas veces de Carabineros y de los inspectores municipales, situación que este último tiempo ha permanecido en tregua, luego de los acuerdos con el municipio de salir de las calles y formalizarse.

Susana Luck, reconoce que la situación se lleva adelante con tranquilidad y que hay un grado de alegría por el avance de los hechos. 

Indica que “hemos ido a visitar el terreno, lo van a entregar con un cierre perimetral, con un piso lavable, estamos muy contentas por el avance, por los logros y el apoyo de la municipalidad”.

De todas formas, cree que la instalación definitiva debería ser después del 20 de febrero, puesto que hay que solucionar una serie de detalles. Por ejemplo, ellas están juntando recursos para adquirir toldos bajo los cuales funcionar. También deben esperar a que se habilite la luz y agua potable, puesto que sin estos suministros no podrían funcionar de manera establecida. “Todo eso yo creo que va a demorar un poquito, pero va avanzando”.

Sobre el traslado que protagonizarán  indica que no les incomoda, ya que es un hecho que les dará tranquilidad. “Estamos contentas, tranquilas, felices, sobre todo las que somos mamás y que tenemos que venir con nuestros hijitos a trabajar. Será un lugar más seguro, nos estamos organizando para poder comprar los toldos”, dice.

Se cree que el grupo final que protagonizará esta erradicación de las calles alcanzará a unas 20 personas aproximadamente, luego que en la municipalidad han apostado a retirarlos a todos. Por ejemplo, hay algunos grupos familiares que venden los hijos o sus parejas de manera separada en las calles recorriéndolas en carros de supermercado. Ellos, no quedarán a la deriva ni seguirán haciendo comercio callejero, tendrán que incorporarse al proyecto.

Baja en las ventas

Las ambulantes de la verdura reconocen que es una apuesta que en el principio podría presentar algunas dificultades, como cualquier proyecto nuevo y dentro de estos problemas podría significar una baja en las ventas, puesto que llevan años en las calles y los clientes las buscan en las esquinas,  pero dicen que “nos estamos preparando pensando en que puede haber una baja en las ventas, estamos consciente de eso y les estamos informando a la gente, estamos haciendo flayer, por ejemplo”, subraya Susana Luck.

Al mismo tiempo dice que esperan que haya un control efectivo, para que la erradicación no signifique que lleguen otros verduleros a las calles. “La idea es que salgamos todos y la gente sepa que las verduras están en el nuevo recinto”.

Finalmente, al salir de a vía pública, entregarán los carros de supermercados como acto simbólico de su partida.

 

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