• En la Avenida del Mar el comportamiento tampoco ha sido el más adecuado y la distancia social ha quedado en el olvido.
Crédito fotografía: 
Juan Carlos Pizarro
Las cifras de contagios van al alza y la red hospitalaria se tensiona cada vez más, lo que hace inminente -al menos en la conurbación- un eventual retroceso a Fase 1 en el Plan Paso a Paso del Gobierno, que conlleva un confinamiento total. Se trata de la medida más extrema para detener la curva ascendente de casos y evitar el colapso de las camas críticas. Sin embargo, las consecuencias para sectores asociados al turismo, el comercio y empleos informales, podrían ser devastadoras, aumentando la cesantía en una región que tiene los niveles más altos de desocupación.

La cifra del día viernes encendió las alarmas. Por primera vez, desde la llegada del Covid-19 a la zona, se informaron más de 200 contagios (203), algo que, sumado a la tensión de la red hospitalaria hace prever que un retroceso en el Plan Paso a Paso del Gobierno sería inminente, pasando de Fase 2 (Transición) a Fase 1 (Cuarentena total) en lo que respecta a la conurbación donde se concentra la mayor parte de la población portadora del virus. 

El reporte de ayer sábado dio cuenta de 156 casos, pero el número de activos alcanzó los 814, algo que, de acuerdo a la epidemióloga Paola Salas, resulta clave y podría llevar a que los contagios aumenten en menor cantidad de tiempo. Para muchos, el confinamiento es sólo cuestión de días, ya que no quedaría otra alternativa para evitar al alza de casos que podría llevar a un colapso del sistema, haciendo imposible atender adecuadamente a quienes requieran hospitalización. 

Las dos pandemia

La segunda ola está alcanzando críticos niveles a nivel sanitario, y por lo mismo las autoridades hacen el llamado a no bajar la guardia, vacunarse cuando corresponda y tomar medidas de autocuidado, siempre, en cualquier fase. Pero está la otra pandemia, la que una vez más se convierte en la pesadilla tanto del sector turístico, para quienes esta temporada es vital para no seguir viendo cómo el rubro decae, y también para la gente que trabaja de manera independiente o informal, que no tendrá cómo generar recursos si se decreta una cuarentena total. El desempleo, cierre de emprendimientos, y sueños rotos, se suman a la crisis de la salud generada por el Covid, que pareciera no querer decantar, situándose la vacuna masiva como una luz de esperanza, pero claro, los resultados no serán inmediatos. 

Duro golpe al turismo

El sector turístico sería uno de los más golpeados ante un eventual cierre total. En un recorrido por el borde costero, nos encontramos con distintas realidades. Para los locatarios, dueños de los restaurantes, las implicancias de una cuarentena son devastadoras, y sienten que se pudo haber evitado llegar a estos extremos para que la temporada estival, al menos pudiese reactivar a un sector que viene sufriendo los embates de la contingencia desde el 2019, con el estallido social. 

Desde “La Mía Pizza”, su administrador, Carlos Ortiz, manifestó su preocupación. La incertidumbre los tiene en una situación muy compleja respecto a lo que pasará con su rubro en el futuro, entendiendo que son parte importante del movimiento de la economía regional y que generan gran cantidad de empleos. “Lo que yo veo acá es que no se tomaron las medidas previas. Como dijo el alcalde en algún momento, el tomar un PCR negativo a la gente que venía acá, los controles en algún momento en Pichidangui se levantaron y pasó todo el mundo, entonces ese conjunto de cosas ahora nos tiene en esta situación”, expresó Ortiz, aseverando que esto es negativo para todos. “El año pasado el personal fue cesado temporalmente, y después de eso como se prolongaba, se finiquitó a la gente. Ahora se habían recontratado, pero luego de esto, seguramente existirán finiquitos de nuevo. Esto es un drama para las personas, evidentemente que la salud es lo más importante, pero tomando las medidas que tomamos nosotros, por ejemplo, creo que los contagios no deberían aumentar así”, enfatizó. 

Pese a que ayer la afluencia en este sector era bajísima debido a la cuarentena de fin de semana, sumado a la restricción vehicular, el día viernes se podían ver largas filas en los locales, y gente comprando en el comercio ambulante que ha llegado a instalarse en el sector. También estaba el residente peruano, Carlos Dávila Bravo atendiendo su local “Antojitos Peruanos”. Con 25 años en Chile, asegura que nunca había estado tan mal en lo económico, salvo en un principio, cuando arribó al país. “Yo soy comerciante, entonces todo lo que ha pasado con la pandemia me afecta. Primero el bendito estallido social, y después la pandemia me tiene mal. El año pasado estuvimos con el delivery, pero eso sólo nos sirvió para no morirnos de hambre. Ahora vamos a quedar en un muy mal pie, y creo que debieron exigirse, por ejemplo, los PCR negativos para las personas que entraban a la región. Tampoco creo que sea momento de buscar responsables, sino que soluciones”, manifestó. 

Cristian Cox, residente, lamenta haber llegado a este punto tan pronto, pero expresó que, “tantos permisos y tanta gente de afuera claramente influyeron. Para mí se veía venir y creo que es necesaria por el aumento de casos que se han visto”, sostuvo. 

Y no sólo quienes tiene que ver con la hotelería o gastronomía, están viviendo las consecuencias y ven con poco optimismo el futuro en lo inmediato. Para el empresario Ricardo Muñoz, quien trabaja durante la temporada estival arrendando “carritos de paseo” en la Avenida Del Mar, esta medida –la eventual cuarentena total- simplemente lo dejará cesante, tanto a él como a las personas que tiene contratadas, y no sabe cómo subsistirá durante los próximos meses si esto se prolonga. Es categórico, y manifiesta que la cuarentena total no sería la solución. “Esta región depende mucho del turismo, y la cesantía que hay es demasiada. En mi caso, es mi única fuente de ingresos, y si no funciono no genero recursos, entonces es un gran problema para nosotros. Creo que habría que esperar más antes de esta medida, porque yo voy a tener que despedir a 7 personas, y de esas siete súmale a las familias que dependen de ellos. Imagínate”, relató Muñoz.

Un turista: "No debieron darse los permisos"

En la playa, disfrutando del día viernes junto a su familia, Manuel Bravo, proveniente de la Región Metropolitana, fue categórico al ser consultado, y le encontró la razón a quienes cuestionaron el permiso de vacaciones, pese a que él lo utilizó. “Nosotros estamos aprovechando la oportunidad, porque Santiago es la zona que está más contagiada y salir algunos días era algo que necesitábamos para descansar. Pensamos que esta zona iba a ser la menos contaminada, pero los números que vimos hoy (viernes) y la curva dice todo lo contrario. Y estaba claro que eso iba a pasar, porque si me preguntas a mí, evidentemente que el ingreso de gente, así como yo lo vi, traería estas consecuencias”, sostuvo el afuerino, quien se retirará de la zona, precisamente por la eventual cuarentena. “Teníamos planeado quedarnos una semana, en algún momento estábamos pensando en quedarnos unos días más, pero creo que ya con esta situación lo más sensato es volver a nuestra casa”, expuso. 

Gremios mermados

Para Marcos Carrasco, Presidente regional de HOTELGA (Asociación Gremial de la Industria Hotelera y Gastronómica), una cuarentena total sería el tiro de gracia para el sector. Entiende que tiene que existir un equilibrio entre la parte sanitaria y la parte económica, por lo mismo, enfatiza en que ellos han tomado todas las medidas y protocolos para operar minimizando el riesgo de contagios, tal como tenían planificado y así lograr estar durante todo el verano, pero lo que está ocurriendo con las cifras, sin duda que los alerta. “Vemos con preocupación el aumento de los contagios que puede llevar a la cuarentena, eso nos frenaría bruscamente. Esta época del año es muy potente y la necesitábamos. Si bien hemos podido trabajar, pese a estar en Fase 2 que no era lo que esperábamos, no nos alcanza para recuperarnos y recuperar al sector. Pero bueno, si esto está disparado, van a decretar la cuarentena”, sostiene Carrasco. 

Necesariamente se generará un alza del desempleo, ya que no podrán continuar pagándole al personal, entre otras cosas. “El tema del delivery es algo que se puede implementar para sobrevivir, pero no es viable para mantener un negocio. Nos duele tener que despedir a garzones, a gente que queremos, por eso que esperamos tener políticas públicas, como el apoyo de la AFC, para poder acudir a una suspensión laboral”, manifiesta, y a su vez, expresa que su rubro, está en desventaja respecto a otros, aun cuando, dice, son quienes más rigurosamente cumplen los protocolos. “Nosotros querríamos seguir trabajando, de alguna manera. Creo que se nos imponen cosas que a otros sectores no, y somos igual de importantes que la construcción, la agricultura y la ganadería. Creo que deberíamos poder trabajar manteniendo todos los protocolos. Si hay cuarentena total será bastante difícil. Ya unas 40 mil personas de nuestro rubro perdieron sus trabajos, y el 25% de negocios tuvieron que cerrar”, expresó el dirigente de HOTELGA. 

Laura Cerda, presidenta de la Cámara de Turismo de la Región de Coquimbo, señaló que, si bien las cifras no son alentadoras, y podrían llevar a una cuarentena total, expresó que no podían ir contra la corriente, y que el trabajo que se había realizado hasta el momento por parte de las autoridades era positivo, lo que quedaría demostrado si nos comparamos con otras regiones del país. “Por lo menos nosotros, pase lo que pase, hemos alcanzado a trabajar gran parte de la temporada estival, no así otros lugares, entonces estamos agradecidos de la buena voluntad del sector público, que ha hecho los esfuerzos (…) Nosotros no podemos atribuir esta alza de contagios a los permisos de vacaciones, porque venimos arrastrando cifras en aumento desde las fiestas que se produjeron en grupos familiares, lo que los mismos epidemiólogos dijeron, la movilidad interna que tenemos sin turistas es tremenda, nunca se le pusieron aforos a los colectivos, a los aviones etc. Yo te digo, los establecimientos de turismo deben ser los lugares más seguros que existen”, sostuvo Cerda. 

Ahora bien, aseveró que, de todas formas, el confinamiento total sería catastrófico, para el gremio, y sus trabajadores. “Lo más complejo es que tú sabes cuándo comienza una cuarentena, pero no se sabe cuándo termina, pero entendemos que se trata de una medida que es por el bien para todos. O sea, si no hay camas, si suben los casos, hay que realizarlo”, precisó. 

Más allá de los turistas

Pero las consecuencias van más allá. En el centro de Coquimbo, las personas que trabajan al día a día, que son de la zona, también sienten preocupación por el inminente retroceso. Juan Collao, vendedor de diarios independiente, relata que el año pasado, tuvo que empezar a ir a la casa de la gente a dejarle los diarios, lo que implicó costos extra, pero asegura que, no bajará los brazos. “Hay errores que perjudican a las personas que son más informales, que no tienen un contrato de trabajo. Aquí en el centro, yo conozco al menos a 20 personas que cerraron sus negocitos establecidos el año pasado. Imagínate, qué podría pasar ahora”, sostuvo el trabajador. 

En La Serena, también existe incertidumbre. Desde la Cámara de comercio, Patricio Araya, asegura que “no aprendimos lecciones”, y por lo mismo estaríamos viviendo las consecuencias. “De decretarse una cuarentena total tendríamos que cerrar. Muchos de nuestros socios, pequeños y medianos emprendedores se verán nuevamente afectados. Pero creo que se pudo evitar, la gente no guardó la distancia social, existió el comercio ambulante que se fue del centro a la Avenida del Mar, etc. Estábamos recién comenzando a reponernos, y ahora esta posibilidad de retroceder nos viene como balde de agua fría, sobre todo por los más pequeños”, enfatizó. Y uno de estos pequeños es José Rodríguez, quien tiene un negocio de venta de bolsos y mochilas en calle Balmaceda, quien no sabe qué pensar a estas alturas. “La verdad es que los últimos dos años para nosotros como emprendedores de clase media han sido los peores en mucho tiempo. Mucha gente ya dice que esta semana van a decretar la cuarentena, yo tengo esperanza en que eso no ocurra, pero si seguimos así, con los números y con el comportamiento de la gente, tanto turistas como residentes, será inevitable”, finaliza el microempresario, con desgano. 

 

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