• El mercado de Coquimbo aún conserva parte de la construcción original y los espacios internos que unen a calles colindantes, así, puede entrar por Melgarejo y salir a Varela.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Profesional que estudió su construcción explica que en la época en que fue levantado se utilizó un método que no se estaba usando, planteando que el valor de la construcción y sus espacios internos que unen el edificio con las calles colindantes, se mantienen hasta la actualidad.

Jorge Gómez Ramírez, licenciado en arquitectura, quien estudió detalladamente el origen arquitectónico y cómo fue levantado el exmercado  municipal de Coquimbo, destacó el valor  que tiene la construcción.

Según detalló, se trata de un tipo de construcción que no se daba en la época de la que data, ya que principalmente se construía con un tipo de  madera de carpintería inglesa, pero se construye en adobe reforzado con pilares de 90X80 centímetros, lo que  es una construcción significativa para ese entonces, 1867.

“Es una construcción significativa y en 1930 se le adjudica un segundo piso, dándole una importancia primordial a la esquina, con balcones en el segundo nivel que permitían dar un diálogo con la ciudadanía y que hoy incluso uno puede observar en La Moneda u otro tipo de edificios. La arquitectura del mercado, poniéndola en valor en ese entonces, permitió generar un tipo de construcción distinta desde 1860 hasta 1930”.

Consultado qué queda de ese valor inicial del edificio, plantea que la construcción interna aún cuenta con un valor espacial interno muy interesante, ya que permitía y permite conectar dos calles con flujos distintos, como son  calle Varela con Melgarejo, que tienen  un ritmo distinto.

Otra expresión es el pasaje Los Artesanos con calle Bilbao, unidos también por el espacio interior del edificio.

2 pisos tuvo en algún momento el exmercado municipal de Coquimbo.

“Eso dentro de la arquitectura permitía entregar un espacio interno rico por el ingreso al inmueble y eso aún queda, sigue latente hasta el día de hoy”.

Sobre la pérdida que sufrió el edificio cuando se construyó calle Varela como está en la actualidad con dos vías, Jorge Gómez precisa que lo que se pierde es la simetría que tenía el inmueble. “Cuando uno puede hacer una línea en medio del edificio, las caras hacia Melgarejo y hacia Varela tenían la misma distancia y eso  se pierde con el ensanchamiento de la calle Varela, pero de ahí a una pérdida arquitectónica mayor no lo vemos tan grave”.

Sobre la importancia urbana del edificio, indicó que era un punto clave, porque si se trazaba en la lógica de planificación de las ciudades, hay algunos hitos que se van generando, porque está la Iglesia San Pedro, la Plaza de Armas, el edificio de la municipalidad, el del exteatro O’higgins, el mercado y la caleta.

También destacó que si el Consejo de Monumentos Nacionales lo declara patrimonio, sería el primer  monumento que se genera en esta condición en la región, puesto que “todos los demás monumentos nacionales, categoría de monumento histórico, zonas típicas y lo que conlleve aquello, han sido generados desde Santiago, esa es una lucha que se está dando”, subrayó.

El edificio permanece en un conflicto entre privados: el dueño que lo quiere demoler y los locatarios que buscan que sea declarado patrimonio histórico.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X