Por largos momentos el rescate se volvió dramático y tanto los pescadores artesanales como los funcionarios de Sernapesca y otros voluntarios denotaban impotencia por no poder devolver a esa hermosa especie al mar, donde pertenecía.
El aviso a la capitanía de puerto llegó en las primeras horas de la mañana por parte de una persona que la divisó luchando con todas sus fuerzas intentando retomar el mismo rumbo que la llevó a ese lugar en el que quedó atrapada entre la arena y las bajas aguas de la orilla.
Los pescadores artesanales y macheros fueron los primeros en llegar pasadas las seis de la mañana y comenzaron de inmediato a tratar de que retornada a su hábitat natural. Sin embargo, con pocos implementos para su faena, poco pudieron avanzar.
Posteriormente la voz de que había una ballena viva varada en el litoral corrió como pólvora y comenzó a llegar numerosa gente. Algunos a intentar ayudar, otros solo a mirar, a tomar fotografías y videos de lo que estaba ocurriendo.
Los improvisados rescatistas que llegaron en primera instancia mostraban impotencia y apuro por sacarla, ya que estaban contra el tiempo, pues sabían que en un par de horas moriría si no era socorrida.
Alejados del sitio
Tras la llegada de funcionarios de la Armada y de Sernapesca se le pidió a los pescadores que salieran del lugar, se les informó que por seguridad de las personas principalmente. Sin embargo, esto provocó la molestia de algunos de ellos, quienes tras la muerte del cetáceo hicieron sus descargos y responsabilizaron en parte a las autoridades del fallido rescate.
Es el caso del pescador Amilca Muñoz, quien señala que desde las seis de la mañana que estaba varada. “El problema es que no dejaban trabajar para ayudar a la ballena a que se fuera para adentro, eso es lo malo, porque todos los pescadores y macheros la iban a echar para adentro, pero nos sacó mi capitán y Sernapesca, nos dijeron que no podíamos. La ballena no hace nada, no muerde, no hace ni una cosa, era empujar y echarla para adentro nomás, si se hubiese actuado más temprano, se echa para adentro, pero no nos dejaban”, afirma.
Añade que “me dio pena. Yo me metí al tiro, con ropa y todo, para ayudar, todos ayudamos, pero lo más malo es que murió”, relata algo emocionado.
Los niños
Junto con las decenas de personas que comenzaron a llegar para observar el triste espectáculo de la ballena, venían muchos niños, los que se acercaban y en la medida que la marea bajaba alcanzaron a llegar para tocar su cola y acariciarla, mientras el cetáceo comenzaba lentamente a agonizar, frente a los ojos expectantes de todos.
“Vine con mi mamá, queremos que vuelva al mar, porque es bonita y tiene derecho a vivir”, dijo Pablo de ocho años.
“Nosotros no fuimos al colegio y nos vinimos todos para acá, es muy triste que haya muerto. Nunca había visto una ballena”, señaló Mario luego que se supiera que la ballena había muerto.
Daniela, una de las más pequeñas que andaba en la playa viendo lo que ocurría dijo estar muy triste también. “Movía la cola y es muy grande”, señaló con gestos de sorprendida.
Lo negativo
Un punto negativo de todo lo que involucró el varamiento de esta ballena y el intento de rescate se sitúa en el hecho de que la gran mayoría de las personas que llegó al lugar no lo hizo para ser útil, sino que por curiosidad y el interés de tomar fotografías y videos de las decenas que se subieron a las redes sociales.
Marcela Cáceres, quien dijo no ser habitante de Tongoy, llegó al lugar por curiosidad, ya que se enteró por las redes sociales de lo que estaba ocurriendo en ese momento, por lo tanto, junto a su marido José, decidieron ir a observar lo que pasaba.
“No vinimos a tomar fotografías, ni a tomarnos selfies. Es un poco la curiosidad y porque es algo que nos pilló por sorpresa, pero nunca imaginamos que habría tanta gente acá y que habría morbo frente a un animal agonizando”, señaló.
De los que grababan o tomaban fotografías con sus celulares, solo una respondió al consultarle cuál era el motivo, indicando que “no estoy provocando ningún daño, solo registro un hecho que no ocurre todos los días. Acá no han ningún placer ni estamos haciendo turismo como hacen otros”, indicó Carla, quien no quiso dar su apellido.
Crédito fotografía: Instagram @Carlos Ruin
Lo oficial
El capitán de puerto de Tongoy, David Zamorano, informó oficialmente que ellos se enteraron alrededor de las 07:30 horas, porque un ciudadano se acercó a avisarles de que había una ballena varada. “Inmediatamente se dispuso de una patrulla que concurrió al lugar verificando la situación y personal de las Armada efectuó un perímetro de seguridad y se informó a los organismos correspondientes”.
Explicó que luego de un par de horas intentando devolverla al mar, todo esfuerzo fue infructuoso y que finalmente la ballena murió en el lugar.
Uno de los rescatistas de Sernapesca, Francisco Soto, quien estuvo largo rato en las aguas trabajando para evitar que muriera el cetáceo, señaló después de terminado el procedimiento que “realizamos las maniobras que se podían hacer en ese instante, contamos con el apoyo de la comunidad con embarcaciones, lamentablemente el individuo falleció”, dijo.
En tanto, el director regional del Servicio Nacional de Pesca, Cristián López, precisó que su servicio está permanentemente en apoyo en rescate de fauna como tortugas marinas, pingüinos, lobos marinos, delfines, entre otros. “Tenemos un centro de rescate en convenio con apoyo de la Universidad Católica del Norte y Mundo Mar, donde los rescatamos y posteriormente los podemos devolver al mar. Dadas las dimensiones de este animal, es un caso absolutamente excepcional y complejo, ya que son animales que respiran por pulmones, por lo tanto, en el momento que varan el riesgo de fallecimiento por asfixia es inminente”.