Gremios de extractores de mariscos viven una compleja semana y tragedia devela los riesgos de la práctica ilegal

El conflicto se venía extendiendo por años, pero fue la semana recién pasada cuando estalló en toda su magnitud. De hecho, una vida se perdió en el intertanto. 

Los gremios de pescadores y mariscadores de los sectores que comprenden desde Caleta San Pedro, hasta Punta Teatinos, alzaron la voz por lo que ellos calificaron como “insostenible”:

La extracción ilegal de machas que estaban llevando a cabo los “ilegales”, quienes no cuentan con permiso para explotar el molusco. 

La gravedad del problema estaba alcanzando ribetes insospechados, ya que en ocasiones se habían generado peleas entre los ilegales y quienes cuentan con permiso. Incluso se habló de armas de fuego por lo que el machero Liborio Rocco había sido categórico al señalar que “en cualquier momento aquí va a morir alguien”. 

LA GÉNESIS DEL CONFLICTO.  Pero, ¿dónde estaba la génesis del conflicto? Todo se remonta al año 2007 cuando ante la sobreexplotación del recurso el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) decidió decretar la veda de machas en dos regiones del país, Los Lagos y Coquimbo, prohibiendo su extracción, procesamiento, transporte y comercialización. 

Pero quedaron las denominadas Áreas de Manejo, en Tongoy, Caleta de Peñuelas y Caleta San Pedro, en las que los pescadores artesanales organizados podrían trabajar el molusco respetando determinados requerimientos y cuotas. Esto, para evitar la extracción indiscriminada.

La situación no mejoró y para el 2016 el escenario no era tan alentador como se preveía. Según estudios, en las últimas tres décadas el recurso había disminuido en un 70% y de los 48 bancos de macha que existían en el país en 1980 sólo quedaban 14.

No había otra opción, y se determinó que la veda continuara por cinco años más. Y la “mala praxis” también siguió.

Durante el tiempo en que estuvo prohibido sacar machas, según contó don Liborio, hubo un grupo de particulares que no estuvo dispuesto a aceptar las nuevas condiciones ni organizarse, y continuaron explotando las áreas de manejo que sólo podían ser trabajadas por quienes tenían autorización. Fue así como el conflicto se mantiene, hasta hoy, sin que nadie pueda frenar a los que incumplen la normativa y ante la impotencia de los gremios. 

EL MOMENTO MÁS TRISTE.

Con la polémica instalada, se pensaba que nada podía ser peor y a partir de ahora habría que trabajar en conjunto con Sernapesca para efectuar alguna modificación legal tendiente a sancionar con mayor severidad a los ilegales, sobre todo porque se había detectado la presencia de bandas organizadas, por lo que se podría tipificar el delito de asociación ilícita.  

Pero el mismo día en que el reportaje era publicado por diario El Día,  en el sector de Punta Teatinos una triste noticia le ponía el sello negro a la que sería una de las semanas más complejas para la pesca artesanal. 

Ese día domingo, a eso de las 17:00 un joven de 24 años, identificado como Mario Illanes Sagredo fue arrastrado por las olas, mientras sacaba machas de manera ilegal desde el sector de Punta Teatinos. 

De inmediato se escucharon voces tendientes a decir que “esto se veía venir”, sobre todo porque las condiciones de inseguridad en las que trabajan los ilegales les llevan muchas veces a correr riesgos innecesarios y entran al agua en horarios peligrosos cuando la marea no está del todo baja. 

PRIMÓ LA UNIÓN. Pero primó la unión y mientras se realizaban los trabajos de búsqueda del individuo por parte de la Armada, todos se plegaron a los buenos deseos para poder encontrarlo prontamente. De hecho, el presidente de los mariscadores, Franklin Zepeda, manifestó que no era el momento de críticas, sino de manifestar apoyos. 

“La problemática con los extractores ilegales se mantiene, pero nadie va a querer que sucedan estas cosas“, sostuvo Zepeda. 

En este sentido detalló que  los trabajadores de la caleta “han estado pendientes de la búsqueda”, y que incluso los pescadores habían utilizado algunas de sus redes para colaborar, no obteniendo ningún resultado.

EL LLAMADO ES A NO TOMAR RIESGOS. 

El presidente gremial llamó además, con base a su experiencia en el mar, a no arriesgarse y prevenir tragedias, tanto para quienes llegan a buscar el recurso marino de forma irregular, como a la comunidad que se acerca hasta la playa en el período estival. 

En la misma línea indicó que como pescadores advirtieron en las distintas entrevistas que la situación podía terminar en una tragedia, debido a los pocos resguardos que se toman, precisó durante la semana Franklin Zepeda. 

LA TRAGEDIA. Ya todos manifestaban que existían pocas posibilidades de encontrar con vida al joven mariscador. Sin embargo, todavía quedaba algo de esperanza en sus familiares, las que se diluyeron el día jueves por la mañana cuando a eso de las 9:00 horas, el personal de la Armada finalmente dio con el cuerpo del joven. 

Fueron cuatro días de búsqueda que terminaron cuando los funcionarios y algunos familiares divisaron los restos de Mario Illanes, a orillas de Playa Larga en el sector de Punta Teatinos.

Al realizarle los exámenes se determinó que tenía una data de muerte de alrededor de 4 días y que había fallecido por sumersión. 

Sin duda una de las semanas más complejas en el sector, el que continuará en la mira de las autoridades ya que ahora se plantea, no sólo el conflicto entre los mariscadores ilegales y los que sí cuentan con permisos, sino que además está el peligro latente que significa que producto de la poca regulación y los riesgos que corren los informales, surja otra tragedia que lamentar. 

CAMBIOS EN LA LEY. Desde Sernapesca han sido categóricos en cuanto a la extracción no autorizada del molusco y han señalado que están trabajando para tipificar de manera distinta el delito que hoy día sólo constituye hurto, por lo que las penas son muy bajas. Lo que pretenden hacer en la entidad es que se demuestre la existencia de bandas organizadas con lo que el ilícito entraría en la categoría de asociación ilícita. Pero este proyecto de ley todavía está en el Congreso.