En el Hospital San Pablo han hecho cambios estructurales para ingresar a los pacientes con Covid-19, lo anterior por el aumento de contagios en la zona.
En el Hospital San Pablo de Coquimbo se toman todas las medidas pertinentes para enfrentar el aumento de pacientes de Covid-19, luego del alza en las estadísticas que se están dando a nivel nacional y regional.
De hecho, algunas de las medidas que se han adoptado son, según las propias palabras del director del centro asistencial,
Germán López, una fuerte inversión de equipos médicos, humanos e infraestructura que quedarán a disposición del hospital y en beneficio de nuestros usuarios más allá de la incidencia del COVID 19.
“Hemos adoptado distintas medidas de seguridad para salvaguardar la salud de nuestros funcionarios, entre ellas la modalidad de turnos en las áreas clínicas que permiten segregar funcionarios de manera de contar con personal disponible en el caso no deseado que exista algún contagio al interior de los equipos de salud”.
A raíz, de la cuarentena para mayores de 75 años, han adoptado la modalidad del telecontrol, para evitar la exposición de los adultos mayores.
En tanto, el doctor Héctor Ugarte, jefe médico de la Unidad Paciente Crítico Adulto, dijo que de ocho salas, con dos camas cada una se han hecho cambios estructurales para tener pacientes individuales y “salvo que un paciente Covid esté en una situación de aerosol y el paciente de al lado no esté con Covid, ahí nos impide usar la otra cama, si el paciente está ventilado en su puesto cerrado, no hay problema y en el futuro nos va a ayudar enormemente no tener camas críticas bloqueadas”.
El profesional añadió que la dirección del hospital les ha dado la facilidad de contar con recursos humanos y que han ido capacitando, “me refiero a enfermeras, paramédicos y kinesiólogo, lo cual completamos un proceso mínimo de capacitación, lo cual permite atender, si fueran 20 pacientes, una enfermera cada tres pacientes un tes para tres pacientes y tres kinesiólogos para las 20 camas, que es un número bastante adecuado”.
Pero también se dispone de ventiladores mecánicos para cada cama y dos más para poder soportar a 20 pacientes ventilados.
“Nosotros teníamos solo ocho camas y las aumentamos a 20 y, al mismo tiempo, las camas UTI, que son las camas críticas, pero no ventiladas, se aumentaron de 12 a 28. Conjuntamente”. Ana Farías, subdirectora médica.
Atención cerrada
La subdirectora médica de Gestión Clínica Atención Cerrada, Ana Farías, al ser consultada sobre el funcionamiento del hospital en el transcurso del Covid-19 y las medidas adoptadas por el centro asistencial, mencionó que lo principal, desde los primeros días de marzo, se les instruyó que despoblaran el hospital, en el sentido de dar altas para tener camas disponibles, precisamente se realizó una transformación de camas aumentando el número UCI, es decir, camas ventiladas.
“Nosotros teníamos solo ocho camas y las aumentamos a 20 y, al mismo tiempo, las camas UTI, que son las camas críticas, pero no ventiladas, se aumentaron de 12 a 28. Conjuntamente se reasignaron los espacios para poder recibir a estos pacientes de mayor complejidad”, señaló.
En la misma línea, la profesional precisó que en urgencia se ha definido una atención segregada, por lo que se le entrega una mascarilla al paciente con síntomas respiratorios y hay box disponibles para atenderlos”.
En general, el hospital ha tomado las medidas pertinentes para enfrentar lo que se avecina con el Covid-19.
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