Hace exactamente una semana atrás se habría realizado el Plebiscito Nacional, pero la pandemia del Covid-19 obligó a modificar las prioridades y con eso el calendario electoral que se había elaborado para este año.
El 24 de marzo la Cámara de Diputados y Diputadas aprobó por 109 votos a favor, uno en contra y una abstención, la reforma constitucional que permitió establecer nuevas fechas para la consulta vinculante y las elecciones de alcaldes y gobernadores regionales.
La discusión del cronograma se dio en medio de la emergencia sanitaria, ya que según las primeras proyecciones, el peak de la pandemia se daría a fines de abril, pero a pesar de llegar a un acuerdo algunos partidos políticos señalaron –en aquel momento- que el tema se volvería a conversar de acuerdo al desarrollo del coronavirus.
Mientras tanto, el domingo 26 de abril no pasó “por alto” y algunos comandos del Apruebo coordinaron votaciones “simbólicas” de manera virtual y si bien los resultados obtenidos pueden ser o no cifras para hacer proyecciones, la discusión se tomó las redes sociales y ambas posturas expresaron sus argumentos y transparentaron su eventual voto.
Desde el comando del Apruebo sostienen que de haberse realizado, las opciones que habrían sacado ventaja son, precisamente, Apruebo una nueva Constitución Política para Chile y una Convención Constitucional, como mecanismo para elaborarla.
Mientras que los del Rechazo, aseguran que el resultado de las urnas habría sido positivo para ellos, ya que cuentan con un “amplio” respaldo y, que están “muy seguros” del trabajo realizado hasta hoy.
PLEBISCITO Y PANDEMIA: FUTURO INCIERTO
La posibilidad de volver a cambiar la fecha se hablaba, pero de manera soterrada, sin embargo, fueron las declaraciones del propio presidente Sebastián Piñera las que “despertaron” transversalmente a la oposición y no conforme con eso, generó incomodidad al interior de Chile Vamos. De hecho, tres días después salió la vocera de Gobierno, Karla Rubilar, a aclarar la situación.
El mandatario señaló que la recesión económica “va a ser tan grande”, que la realización del plebiscito “quizás se va a volver a discutir” y, el efecto colateral que generó fue inesperado, ya que la izquierda, desde la DC al Frente Amplio, dio señales de alinearse para defender el referendo.
A nivel regional, Convergencia Social (CS), el Partido Demócrata Cristiano (PDC) y la Unión Demócrata Independiente (UDI) se refirieron al futuro de la consulta vinculante que por estos días vuelve a entrar en escena. Las tres colectividades manifestaron estar conscientes de la compleja situación sanitaria y económica producto de la pandemia. Para los dos primeros, seguir adelante con el plebiscito es “lo más democrático”, mientras que para la tienda oficialista el tema debe abordarse con mucha “cautela”.
“El primer análisis que nosotros hacemos es que el plebiscito se tiene que hacer en octubre y no se puede volver a postergar, es cierto que hay mucha incertidumbre porque no sabemos si ya estamos en el peak o aún falta, al día de hoy no tenemos la seguridad que para octubre estén las condiciones, pero debemos hacerlo y quizás buscar alternativas”, indicó Claudia Pilar, presidenta regional de CS.
Dentro de esas “alternativas” podría estar el voto electrónico -detalla Pilar- aunque reconoce que “hay poco tiempo para implementarlo”, de todos modos, asegura que la consulta podría ayudar a descomprimir la tensión social que se ha visto aumentada por las “brechas sanitarias” que ha dejado al descubierto la propagación del Covid-19.
En tanto, desde la DC, su presidenta regional, Daniela Velásquez, coincidió con su par frenteamplista y aseveró que la pandemia ha develado de forma “vergonzosa y cruel” la desigualdad existente en Chile y que con mayor razón “las cosas no pueden seguir igual”.
“Este virus ha demostrado, incluso con mayor fuerza que el estallido social, que hay diferencias sustantivas, aparecieron escenarios de pobreza que se creían desaparecidos, pero estaban maquillados. Esto develó que necesitamos un Estado con un rol más protagónico y con fuerza, capaz de dar verdadera protección”, detalló.
Desde los partidos políticos y movimientos que van por el Rechazo han esgrimido razones sanitarias, pero también económicas, como por ejemplo, el costo de los $30 mil millones de pesos que implica la consulta y que las prioridades gubernamentales deberían estar en los efectos adversos que dejará la crisis. Para la oposición son argumentos que deben revisarse, pero que, en este momento, el oficialismo –al menos una gran mayoría- busca “tambalear” un plebiscito del cual nunca han estado muy convencidos.
Por su parte, desde la UDI catalogaron el tema como una “polémica adelantada”, así lo expresó el dirigente local, Oscar Tapia, quien además, aprovechó para hacer un llamado a la oposición a “analizar con criterio y altura de miras” las palabras del jefe de Estado para no caer en una histeria política colectiva, ya que en este momento la atención debe estar en la emergencia sanitaria.
“El debate es adelantado y prematuro, lo que hizo el presidente es proyectar la situación país en el mediano y largo plazo en el contexto sanitario, político y económico y lo que dice es que dependiendo de eso, la hoja de ruta que tiene establecida La Moneda puede modificarse. El gobierno cumple con ver más allá”, agregó.
POLÍTICA PASO A PASO
Para Tapia, quien además es médico cirujano, la salud “siempre” será un factor a considerar en todo tipo de decisiones y ante una pandemia de esta naturaleza, este criterio es imprescindible para seguir o cambiar la hoja de ruta en materia electoral, “hoy todos los partidos y comandos seguimos trabajando con la fecha del 25 de octubre”.
Consultado por algunos de los motivos esgrimidos por su tienda y el costo que tiene el plebiscito, el dirigente dijo que si evalúan sólo números y costos, “eventualmente” esos recursos se podrían redestinar a ayudas sociales, pero por ahora –dice- “hay un compromiso por parte de todos los partido políticos respecto a la realización de este plebiscito”. Sin embargo, apunta que se debe analizar caso a caso y cuando corresponda, ya que el proceso necesita de legitimidad y una amplia participación y “si no hay condiciones eso no se va a lograr”.
Desde la Falange fueron claros. “Como partido rechazamos absolutamente ese nuevo cambio”, indicó Velásquez, quien aseguró que el debate es una estrategia política de La Moneda para mantener ocupada a la oposición, mientras “ellos toman decisiones en solitario respecto de la pandemia”.
“El cambio no tiene ningún peso político, basta con hacerse una sola pregunta, si están impulsando la apertura de los malls ¿Por qué la gente no puede ir a votar con las mismas medidas de seguridad?”, arremetió la dirigente regional.
De todos modos, la DC fue clara al decir que si en el corto plazo se retoma la discusión, las decisiones tienen que tomarse en una mesa conjunta con expertos y el Colegio Médico, “ellos nos podrían orientar y analizar las condiciones, mientras tanto seguiremos adelante”.
Desde CS expresaron su malestar hacia los motivos de costos y “no pueden justificar la postergación por un tema de plata” ya que, según Claudia Pilar, la emergencia sanitaria ha evidenciado la necesidad de garantizar derechos sociales, como la salud pública y educación.
De hecho, según la última medición de Pulso Ciudadano publicada el pasado jueves 30 de abril, un 48,7% de los chilenos se encuentra “muy en desacuerdo” o “en desacuerdo” con la posibilidad de suspender el plebiscito de octubre por razones de la crisis sanitaria. Mientras que un 32,1% se muestra “muy de acuerdo” o “de acuerdo” con la posibilidad.
Respecto a aquellas voces que consideran que la pandemia le dio un “respiro” al gobierno y que de hecho, han mejorado en las encuestas, la frenteamplista precisa que un “respiro como tal, no. Lo que hizo la pandemia fue sacar a la gente de las calles (...) que era la principal molestia” del gobierno, sin embargo, “el descontento social permanece”.
“Hoy la gente está muy pendiente de lo que dice el presidente y sus ministros porque después esos errores le pasarán la cuenta. Hoy más que nunca nos damos cuenta que es urgente cambiar la Constitución”, cerró.