• En la zona de atrás de La Pampilla, en plenos roqueríos ya se ha instalado un grupo de unas 12 familias que no tienen dónde vivir. Es una de las últimas tomas.
    En la zona de atrás de La Pampilla, en plenos roqueríos ya se ha instalado un grupo de unas 12 familias que no tienen dónde vivir. Es una de las últimas tomas.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Dirigentes sociales señalan que es una situación complicada y son varios que se han instalado en el sector costero y detrás de La Pampilla, cuyas familias no lo están pasando bien por la condición en que están y por la pandemia.

Dirigentes sociales y la propia comunidad ha alertado de una serie de problemas que se  producen producto de las tomas de terrenos que se han venido produciendo con los años en la parte trasera de la Parte Alta y sector de La Pampilla en Coquimbo.

Según vecinos del sector, las últimas tomas de terreno se han originado en el sector de La Pampilla, afuera del recinto en donde se celebran las Fiestas Patrias, en el lugar de los roqueríos, donde se ha instalado  un grupo de unas 12 familias aproximadamente, sin contar con agua, luz ni las condiciones higiénicas mínimas para vivir en ese espacio.

Otras tomas

Pero ese no es el único lugar en que se han instalado familias que no tienen donde vivir, también hay campamentos en el sector costero atrás de la Parte Alta, con similares condiciones, sin servicios básicos y en precaria situación.

La presidenta de la Junta de Vecinos Shangri-La, Diva Sierra, reconoció que son varios los campamentos que existen en la Parte Alta e indica que solamente uno de ellos ha sido saneado y permanecerá en el lugar en donde se instalaron hace algunos años.

“Son varias las tomas que hay, en todo el borde costero de atrás, pero lo que nosotros sabemos es que es una sola la que va a quedar y que se les va a dar títulos de dominio es Camino del Mar, aunque en esos lados hay varias tomas”, dice la dirigenta.

“Son varias las tomas que hay, en todo el borde costero de atrás, pero lo que nosotros sabemos es que es una sola la que va a quedar”. Diva Sierra, dirigenta social de la Parte Alta.

Las condiciones de vida

Si bien reconoce que para los dirigentes vecinales de la Parte Alta no es un problema en el que deban intervenir, porque se preocupan de sus unidades vecinales y no lo pueden hacer de habitantes informales y que no están organizados, Diva Sierra dice que no pueden dejar de sentir tristeza por la situación que viven estas familias.

“Viven en condiciones precarias, sin luz ni agua y están en riesgo de ser sacados de ahí, especialmente porque hay un proyecto de un parque llamado La Roca y considera todo ese sector de tomas. Además viene la carretera Los Changos y lamentablemente toda esa gente va a tener que salir, porque según lo que nos han informado ninguna de esas tomas van a quedar. La única que queda es Camino al Mar, les van a pavimentar, a dar títulos de dominio”.

Reconocen el problema

El concejal Guido Hernández reconoció que el tema de los campamentos y tomas es un problema real y que se ha ido agudizando después del estallido social.

“He estado en distintos campamentos que están incluso desde antes del estallido social, pero que posterior al estallido y ahora con la pandemia se han ido incrementando en los sectores de los roqueríos de la Parte Alta y de La Pampilla Es una situación lamentable, porque se conjugan familias que no tienen donde vivir, desalojadas de sus arriendos por no tener para pagar y también muchos extranjeros que ven la posibilidad de poder tener una vivienda, pero también vemos personas que  se han aprovechado del caos y han querido apropiarse para una segunda vivienda, La falta de acceso a servicios básicos y los problemas sanitarios en esos sectores son de gravedad”.

El concejal dice que son lugares que no tienen ninguna intervención profunda y que la oficina de campamentos de la municipalidad está en deuda con esos sectores, porque son pocos los funcionarios con los que cuenta y así no tienen la capacidad de administrar toda la necesidad que existe en el sector y “por parte del Estado no se está tomando real consideración la magnitud del crecimiento de este tipo de asentamientos que tienen anexos un montón de inconvenientes no solo desde el punto de vista sanitario, sino que también desde el punto de vista humano, del hambre y también desde el punto de vista de la seguridad”, señaló Hernández.

Por otra parte,  Juan Paredes, residente cercano a las tomas dijo que  “se entiende que este es un problema grave, pero ellos saben que no pueden tomarse terrenos donde hay pura roca y ninguna posibilidad de que se les ponga agua o luz, es muy malo lo que se ve acá”.

 

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