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Hospital de La Serena
Desde problemas fisiológicos hasta trastornos cognitivos y psicológicos podrían ser las consecuencias que sufren quienes logran sobrevivir al covid luego de requerir ventilación mecánica. Profesionales de la salud coinciden que entre más tiempo permanezca el paciente con el soporte, mayores son las probabilidades de presentar complicaciones posteriores.

Una de las preocupaciones que existe respecto al coronavirus es la disponibilidad de camas críticas y de ventiladores mecánicos en la red asistencial, puesto que sin una vacuna ni tratamiento efectivo para la enfermedad, el único soporte para pacientes con insuficiencia respiratoria es el ventilador mecánico.

“La ventilación mecánica no es una terapia ni garantiza que el paciente se vaya a mejorar del covid, sino que es un soporte ventilatorio mientras el paciente está con el cuadro más agudo de la infección por covid” explicó Alejandro Cortés, enfermero de la Unidad Paciente Crítico (UPC) del Hospital de La Serena.

El profesional explicó que el rol de los enfermeros en este tipo de soporte, así como en cualquier procedimiento médico era transversal, puesto que los pacientes requerían constante monitoreo y vigilancia para la prevención de infecciones, el cambio de filtros del dispositivo, entre otras labores esenciales que realizan los enfermeros en la UCI.

Sin embargo, el procedimiento no estaría exento de riesgos ni consecuencias negativas para los pacientes, “es importante tener claro que como muchas terapias que se ocupan en la medicina, la ventilación mecánica tampoco es inocua y genera una serie de trastornos que conllevan a que el paciente una vez que se libera de la ventilación mecánica empieza a presentar una serie de complicaciones”, agregó Cortés.

Daños que podrían presentarse cuando los pacientes permanecen conectados por una larga estadía, explicó el Dr. José Duarte, médico residente UPC Hospital de La Serena.

De acuerdo al médico, la forma de trabajo del soporte vital ha ido variando con el tiempo, “con los años la forma de ventilar a una persona se va haciendo más a la medida, son parámetros que tienen que ser ajustados por el peso, por la altura, para hacer una ventilación más cuidadosa”.

Un deterioro que antes era muy frecuente explicó el médico, pero que ahora con los avances, han logrado disminuir, daño que en la práctica se asimilaría al producido por una fibrosis pulmonar.

“El pulmón en sí enfermo tiene áreas que están enfermas y áreas sanas, inflar con mucha presión un pulmón va a sobre distender las áreas del pulmón que están sanas y que queremos proteger, eso se conoce como daño inducido por el ventilador” aclaró.

Dicha lesión podría provocar en los pacientes un requerimiento de oxígeno mayor, incluso permanentemente.

“Los pacientes que están conectados más de dos semanas, y que cuesta mucho retornarlos a que ellos sean capaces de respirar por si solos, el hecho del tubo que va de la boca hacia la tráquea puede lesionar las cuerdas vocales, puede irritar, complicar el acto de tragar y las alternativas que tenemos son hacer una traqueotomía”.

Dicho daño requeriría además de la presencia de otros especialistas, como fonoaudiólogo para su rehabilitación.

El médico precisó que ventilación mecánica por más de 7 días en un paciente podría significar mayor probabilidad de generar algún tipo de secuela posterior, es por eso que recomienda la planificación del retiro del soporte al momento de instalarlo con el fin de que el paciente se mantenga la menor cantidad de días conectado.

Por otro lado, según explicó el kinesiólogo UPC del Hospital de La Serena, Patrick Sepúlveda, existen tres tipos de consecuencias que pueden presentar pacientes conectados a ventilación mecánica, daño físico, cognitivo y mental.

Señaló que de un 25 a un 33% de los pacientes sufriría daño físico, presentando la denominada debilidad adquirida en UCI,  que se trataría de la perdiendo rápida de masa muscular. Sepúlveda explicó que aquello era reversible con rehabilitación y movilidad de los pacientes desde el primer día y un buen seguimiento tras el alta médica, mientras que en casos más severos se podría producir un daño al nervio que va al músculo, provocando en la persona una lesión permanente e irreversible.

“Un grupo importante de pacientes, de un 33 a un 50% tienen trastornos cognitivos y trastornos psicológicos, como por ejemplo síndrome post traumático” añadió.

Al igual que en la terapia física, el kinesiólogo indicó que era importante dar seguimiento a los pacientes para evitar las secuelas que podrían persistir con el tiempo.

“Hay técnicas de estimulación neurocognitivas, los pacientes que tienen una alteración mental como síndrome post traumático deben ser tratados con psicólogos, lo casos más severos deben ser derivados a psiquiatras, todo esto se puede manejar para que el paciente, con la rehabilitación integral, vuelva a sus actividades diarias”.

Asimismo el profesional señaló que de acuerdo a estudios internacionales, un tercio de personas en edad de estudiar o trabajar podría quedar  con secuelas que le impedirían continuar con esa labor.

“Estos pacientes re consultan más al sistema de salud, por lo tanto hay un tema de carga y de costo sanitario de esos pacientes que pasan por UCI”.

 

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