Usuarios de la salud reclaman por actual colapso de hospital de Coquimbo

Malos olores, infecciones cruzadas y hacinamiento deben enfrentar a diario gran parte de los usuarios del hospital San Pablo de Coquimbo, quienes perdieron la paciencia e hicieron público su malestar ante las problemáticas ligadas al colapso que hoy atraviesa el principal centro asistencial de la región, agravado por los daños que sufrió parte de su infraestructura a causa del terremoto del año 2015.

Si bien con el correr de los meses el Servicio de Salud Coquimbo implementó medidas para descongestionar el acceso a salud, como lo es la construcción de 20 nuevos boxes de atención a un costado del edificio de Especialidades Médicas del hospital; hoy la situación lejos de mejorar, parece empeorar. Esto de la mano a la inoperatividad de la torre antigua de hospitalización, hoy en proceso de demolición ante su mal estado estructural.

REALIDAD

Al ingresar al edifico de Especialidades Médicas del hospital de Coquimbo el aire es irrespirable. El lugar está repleto de personas esperando atención, y sobre sillas de ruedas o camillas otros pacientes aguardan su turno. Al final del pasillo, una larga fila impide el libre tránsito de los usuarios, y la nula disponibilidad de asientos afectan en su mayoría de los adultos mayores.

Allí se pudo dialogar con ellos, quienes coinciden en la necesidad de urgentes medidas para mejorar el acceso a salud. “A las 06:30 horas de la madrugada llegué desde Tongoy para ser atendida, pero ya es mediodía y  no pasa nada. Esto se repite una y otra vez, y no es posible que los adultos mayores estamos por largas horas de pie prácticamente mendigando atención. El hospital de Coquimbo no da para más y desde el año pasado la situación empeora cada día”, manifestó Clara Valdivia, adulta mayor y usuaria de la salud pública.

A sus dichos se sumó Luz Casanga, quien junto a su madre en silla de ruedas esperaba por atención para ella. “El olor y el hacinamiento que existe es terrible, al punto que esto no es digno para ninguna persona. No hay espacios para que los usuarios puedan esperar y menos para tener una atención expedita; en mi caso hace 4 horas esperamos por la atención de médico para tratar a mi mamá y nada. La impotencia es máxima”, consignó.

En tanto, Claudio Espinoza, hombre de avanzada edad, afirmó que desde hace meses concurre al hospital de Coquimbo para obtener una hora de atención al cardiólogo, sin tener éxito. “Cada vez que vengo me dicen que durante la próxima semana habrán horas médicas disponibles y así sucesivamente. Quienes no tenemos dinero para una salud privada debemos enfrentar la pobre realidad de la salud pública”, manifestó.

ADMINISTRACIÓN DEL HOSPITAL

 El colapso del hospital de Coquimbo es una realidad, y por ello las autoridades hoy están avocadas a mejorar la resolutividad del recinto asistencial, dotándolo de más infraestructura y reordenando el funcionamiento de las áreas clínicas; ante el reducido espacio existente actualmente y el déficit de camas hospitalarias.

Respecto a la situación por la cual atraviesa el hospital San Pablo y que lo mantiene funcionando en medio del colapso, se refirió su directora, Eugenia Ortiz, quien afirmó que “hoy el déficit alcanza a las 25 camas médicas que podrán ser respuestas al contar con el edificio de construcción acelerada, lo que permitirá descongestionar al resto de los servicios clínicos que están funcionando al máximo de su capacidad”, reconoció.

Así, Ortiz detalló que “no contamos con la cantidad de camas para poder hospitalizar tan rápido como quisiéramos, y por otro lado, hemos tenido que readecuar la atención ambulatoria para enfrentar las incomodidades. Como disminuyó el espacio la atención se ha ido lenteciendo la atención, pero estamos avanzando hacia mejorar las condiciones actuales”, concluyó.