Vecinos ponen voz de alerta por adulto mayor que vive rodeado de perros en Coquimbo

Por Óscar Rosales - Diego Guerrero

Una complicada situación es la que pasa un adulto que vive rodeado de perros en la Parte Alta de Coquimbo y que complica a sus vecinos más inmediatos, los que temen que las precarias condiciones puedan provocarle un problema mayor, especialmente porque los animales no reciben la alimentación necesaria y pueden tornarse agresivos.

Algunos vecinos precisan que además de tener un alto número de canes, se trata de una persona que se relaciona poco y explican que también enfrentan un problema sanitario, especialmente por los malos olores.

La presidenta de la Junta de Vecinos del sector,  Irma Vargas,  dio cuenta de lo que han podido apreciar sobre lo que sucede. “Una fundación que vino le llevó muchos perros y le esterilizaron las perritas. Han regalado algunos, pero otros los traerá de vuelta, porque nadie los quiere. Cuando vinieron estaban todos infectados, tenían sarna y se les veía el puro pellejo. También estaba él infectado, pero parece que le hicieron un tratamiento”, indicó.

“Una fundación que vino le llevó muchos perros y le esterilizaron las perritas. Han regalado algunos, pero otros creo que la niña que vino los traerá de vuelta”, Irma Vargas, dirigenta vecinal

La dirigenta sostiene que la municipalidad no puede hacerse cargo de todos los canes, porque son muchos y el canil municipal está al máximo, pero por lo menos han esterilizado a las perritas.

Detalla que en una ocasión le limpiaron la casa, sacaron unos cuatro camiones con desperdicios y cosas que esta persona acarrea a diario a su hogar.

Una vecina, que no quiso identificarse, porque mencionó que esta persona de pronto reacciona mal, contó que en algún momento llegó a tener más de 40 perros, los que mantenía en precarias condiciones conviviendo con ellos, con un hedor insoportable.

Los residentes del lugar narran que lo han visto en la caleta en algunas oportunidades, desde donde les traería residuos de pescados a los animales y se los cocinaba, comida que utilizaba para alimentarse él también.

Plantean que no estaría en su sano juicio y temen que en un momento de hambre los perros lo ataquen, ya que han visto en algunas ocasiones que los animales se han comido a los más pequeños.

“Hemos ido a la municipalidad para ver si pueden hacer algo, pero no es tan fácil, ya en una ocasión le retiraron un montón de cachureos, pero en la municipalidad nos han dicho que lo primero es sanitizar, pero para eso deben sacar a los perros”, relatan.

Un vecino cree que esta persona, de quien no dan su nombre podría padecer el mal de Diógenes, por la gran cantidad de residuos que acumula en su casa. Cuentan que la vivienda era bonita y que con los perros se ha ido deteriorando.

“Hace años vivía con su madre, pero se la llevó su hermana y él quedó viviendo en la casa y su situación fue empeorando. No es muy amistoso y muchas veces cuando alguien llama en su casa o toca la puerta, él no abre ni sale”, apunta un antiguo habitante del sector.

Quienes viven en el allí reconocen que ahora tiene mucho menos animales que antes, porque se los han llevado unas personas que le ayudaron, “pero antes tenía muchísimos y se le arrancaban a la calle. Aquí tiene que intervenir la salud o la municipalidad”, dicen.