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Lautaro Carmona
Pequeños comerciantes de Ovalle han encendido las alarmas por las bajas ventas que están teniendo en las últimas dos semanas. Indican que apoyan las manifestaciones pacíficas y sus exigencias, pero que la violencia le jugó en contra al propio movimiento, sobre todo por tener que cerrar más temprano que antes. Acusan problemas con las bombas lacrimógenas en las últimas noches

Desde que iniciara el estallido social hace casi dos semanas nada ha quedado claro en el país. La incertidumbre se ha apoderado de todos los sectores y hace muy difícil presagiar el futuro cercano de la sociedad. Pero si hay un área que ha encendido las alarmas, es el sector comercial.

Los comerciantes ovallinos coinciden en apoyar el clamor popular y las exigencias de mayor equidad social, pero han visto mermadas sus ventas, sobre todo los más pequeños, en estas dos últimas semanas de movilizaciones.

Consultado al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Ovalle, Washington Altamirano indicó que si bien es un problema que ha afectado a la economía de todo el país, en la provincia también se ha sentido con mucha fuerza.

“Nosotros estamos totalmente de acuerdo con lo que estamos pidiendo todos, apoyamos las marchas, las que se hacen de manera pacífica, aplaudimos lo que hace la gente que sale con sus familias, nosotros (los comerciantes) somos parte de lo que hemos sufrido a lo largo de los años, porque este no es un problema que tiene este gobierno, sino que viene arrastrando de hace 30 o 40 años, por un modelo económico implementado en tiempos del gobierno militar y nunca ningún gobierno pudo equilibrar”.

Desequilibrio económico

Recordó Altamirano que en todo Chile el comercio pequeño vende apenas el 14% mientras las grandes tiendas venden el 84%, lo que considera una diferencia abismal, porque hace unos 50 años atrás los comerciantes pequeños vendían el 100% de lo que se movía en el país.

“Tenemos lo de los impuestos, las jubilaciones y otros temas que la gente está reclamando porque se aburrió, y en eso estamos totalmente de acuerdo, somos parte de la sociedad y del mundo de la clase media, lo que no estamos de acuerdo y en lo que se le pasó la mano a algunos, es en el desorden, el odio, que tiene la gente y la forma de actuar y cómo están saqueando, como están quemando, cómo están destruyendo el país, y eso nosotros no lo aceptamos por ningún motivo”.

Destacó que muchas son las pequeñas tiendas locales que advierten dificultad para pagar a sus trabajadores. “Hay un montón de comerciantes que tienen restoranes, cafés, negocios chicos, que ahora no tiene la plata para pagarle a fin de mes a la gente. Aquí todos los comerciantes tienen que depositar la venta del día a día para cubrir sus gastos, para cubrir los cheques y los compromisos que tienen. Tenemos un catastro impresionante de gente que admite que no tiene la plata como para pagarle a sus empleados a fin de mes. Ese es el daño que están haciendo estos delincuentes, y le están haciendo daño a nuestros trabajadores, le están haciendo un daño inmenso al destruir la propiedad pública”. 

Añadió Altamirano que además algunos de los pequeños comerciantes han tenido que invertir en seguridad para no ver afectados sus negocios, o que han tenido que reponer vidrios y vitrinas, o reforzar sus cortinas. 

Contabilizó que en Ovalle hay aproximadamente unas tres mil patentes comerciales, y aunque es muy difícil promediar cuántos trabajadores y sus familias pudieran verse afectadas, estimó que es realmente inmenso el número de familias afectadas.

“Al final paga el pato el comerciante más chico, la persona de la población. Si la cosa sigue así hay comerciantes que van a tener que bajar la cortina, porque no tendrán cómo pagarle a sus mismos empleados, ni para poder reponer su mercadería”.

Cuándo y a quién 

Informó que hay planes gubernamentales para ayudar a los pequeños comerciantesy destacó que deben ser muy rápidos para evitar males mayores.

“Sé que le llegará una ayuda de parte del Estado a todos estos comerciantes que están con problemas, y ya están trabajando en eso, y ojalá que esto ya ocurra pronto porque a hay gente que está en problemas, llegaron a fin de mes y no tienen como pagarle a sus trabajadores, y es un problema grave”.

Indicó que se han reunido en varias ocasiones con la intendenta, con Fiscalía, Carabineros, con el gobernador, con la PDI, porque los comerciantes están “muy preocupados por la situación”. 

Parlamentarios sin pilas

Indicó Altamirano que la principal exigencia es que se pongan de acuerdo los parlamentarios y que solucionen el problema que no han solucionado hasta ahora.

“Se les ha dicho mil veces de los problemas tributarios y de impuestos que aquejan al pequeño empresario. Como vicepresidente nacional del gremio del comercio hemos tenido montones de reuniones, no con este gobierno, sino con los anteriores y nunca nos han escuchado. Nosotros somos respetuosos de la autoridad, pero los parlamentarios deben ponerse las pilas, porque si no, van a llevar al país al caos”.

Cuando cae la noche en calle Ariztía Oriente

La calle Ariz-tia Oriente hace más de una semana que no es la misma, cuando cae la noche, comienzan los desmanes y enfrentamientos entre encapuchados y Carabineros donde se ha convertido en unos de los puntos de mayor “conflicto”.

Las lacrimógenas ya son parte del día a día en el sector y eso mantiene preocupado a algunos habitantes del barrio. Una de las vecinas señala que han sido momentos de terror para ella y su familia, “todo el problema se origina en calle Maestranza con calle Covarrubias, es pura juventud. Las marchas son tranquilas porque yo he ido a ver, pero después cuando terminan llega todo el lumpen desde arriba, he visto bajar gente con palos  y ahí comienza todo”, asegura. 

Al interior de su hogar, indica que muchas veces se ha filtrado el químico de las lacrimógenas, “hay días que pica mucho, hay otros que es más suave, pero por ejemplo ayer (martes) y lunes fue súper fuerte”, asegura la vecina del sector. 

Al seguir el recorrido, se encuentra la botillería El Rey, quienes sufrieron un intento de saqueo durante la semana pasada. Oriel León es el propietario del local de alcoholes y comenta que el primer lunes desde el estallido social, fue el día más complicado para ellos. “Se intentaron meter y me vi sobrepasado, pero menos mal que justo pasaron los carabineros y arrancaron todos cuando lanzaron lacrimógenas y ahí nos salvamos”.

A su vez, el locatario señala que tuvo que tomar medidas de seguridad durante la noche, “al otro día tuve que quedarme con los chicos y decirle a mi familia que me viniera a acompañar. Ahí armamos un grupo y toda la noche nos quedamos al cierre (tipo 9:30). Cuando empiezan los enfrentamientos, bajamos las cortinas y nos quedamos cuidando afuera”, explica León. 

Para evitar futuros saqueos, Oriel señaló que tuvieron que hacer algunos arreglos improvisados, “pusimos un fierro tipo tranca y lo dejamos aquí en la noche. Cuando intentaron de meterse empezaron a empujar la cortina, como para abrir”. 

En lo económico, el locatario asegura que también ha sufrido pérdidas al no poder abrir durante las noches, “nuestro tipo de negocios se vende durante la noche, así que al cerrar más temprano, se vende menos”, asegura. 

Pero a pesar de estos inconvenientes, el propietario destaca que “igual las protestas son por algo, todos estamos en la misma, apoyando y que se mejore la situación de todos. Lo malo es que a veces se aprovechan los delincuentes y tratan de obtener su tajada como siempre”.  

Más abajo, se encuentra la agencia de buses Cormar, ahí Luis comenta que en los primeros días fueron testigos de los desmanes que se produjeron en el sector. “Un grupo gigante botó los letreros de los paraderos, quemaron unas bancas e hicieron destrozos por aquí. Ya con el pasar de los días, se tomaron medidas y se cambió el horario de cierre, ahora ante de las 18 horas cerramos y cuando no es mucho, esperamos un rato más”, declara el funcionario. 

Para Genoveva Hernández, también ha sido una situación complicada, comenta que los desórdenes de la noche han provocado que las ventas bajen de forma considerable, “Debido a que nosotros trabajamos en función de la agencia, cerramos cuando ellos cierra, eso no has generado que tengamos menos de la mitad en ganancias en comparación a lo normal. Yo arriendo el local y eso nos ha tenido medios complicados durante la noche, pero en el día todo es normal”, señala.

Al igual que Oriel, Genoveva está de acuerdo con las manifestaciones pacíficas, “Esperamos que esto pronto se solucione”, finaliza. 

 

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