Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Sequía, marcada estacionalidad, menor oferta y los efectos de las restricciones producto de la pandemia, han generado subidas más allá de lo esperable de algunos de estos productos, que en el caso de la palta, presentaba hasta hace unos días un aumento de hasta un 13% en su valor, según el último boletín de Odepa, dependiente del Ministerio de Agricultura.

Importantes variaciones en los precios de frutas y verduras se han podido observar a nivel país y en la región en las últimas semanas.

Y es que más allá de los cambios en el valor de estos productos debido al ingreso a una nueva estación del año –como es en este caso, el verano– y la consiguiente llegada de aquellas frutas y verduras típicas de dicha estación, lo cierto es que se han registrado algunos aumentos considerables en el valor de algunas de ellas.

La palta, la papa y el limón, son algunos de los productos que han visto mayores alzas en el último tiempo.

Así, según el último boletín de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, Odepa, dependiente del Ministerio de Agricultura, hasta el pasado 7 de enero en la Región de Coquimbo la palta superaba un precio promedio por sobre los 5 mil pesos por kilo en ferias libres, incluso en algunos casos, bordeando los 6 mil pesos por kilo.

Respecto a la papa, esta hortaliza bordea en promedio los 600 y 700 pesos el kilo en ferias libres, mientras que en los supermercados alcanza picos de hasta 1.300 pesos el kilo.

Respecto a los limones, éstos superaban los 1.700 pesos el kilo, e incluso más, variando su precio entre un 40 a 60% más en una semana.

Así lo confirma, Carlos Munizaga, uno de los administradores de la Feria El Chacayino, en La Serena, quien señaló que “la palta y el limón se han ido arriba, y eso que somos zona de producción de limón. Ahora está a 20 mil pesos la malla de 15 kilos, antes valía 5 mil o 6 mil. Hay una diferencia muy grande de casi tres veces el precio original del limón”.

Para Jorge Cárdenas, presidente del sindicato N°1 de la Feria de Abastos de La Serena, el limón, “no es de temporada. En este tiempo el limón toda la vida ha subido. El producto llegó caro, pero ya viene alcanzando su precio normal porque como eran de los primeros que llegaron”, sostuvo.

Por el contrario, con respecto a la papa, Cárdenas reconoce que ha estado más alta de lo normal. “Ahora está 600 o 700 pesos, pero estamos acostumbrados a trabajar con un producto a 400 pesos. Y lo que pasa es que hay poca producción”.

Variación normal 

Desde el Gobierno, el seremi de Agricultura, Rodrigo Ordenes, señaló que, en general, se ha podido observar que los mercados mayoristas de frutas y hortalizas en la región han funcionado “de forma normal”.

Por lo mismo, dice, “hemos apreciado que en frutas como plátanos, paltas, naranjas y limones, subieron los precios debido a una menor oferta con demanda estable. En el caso de duraznos y nectarines, ambos mantuvieron sus precios ante una oferta y demanda similar. También ha existido una disminución de precios que se observó en ciruelas, cerezas, frutillas, piñas y mangos; aunque la oferta fue estable la demanda fue bastante baja por estos productos”, explicó.

Ahora bien, en el caso de productos como brócolis, repollos, sandías, melones y lechugas, se mantuvieron debido a una oferta y demanda similar. “En el de zapallos camote, tomates, choclos, porotos granados y porotos verdes disminuyeron sus precios debido a un aumento de la oferta y demanda estable. En productos como la papas y zanahorias aumentaron los precios debido a una mayor demanda y una oferta normal”, aseguró Ordenes.

En efecto, dependiendo de la variedad, la papa ha visto aumentar su valor hasta en un 37%.

Pero, ¿qué es lo que ha generado el alza de algunos productos como la palta, por ejemplo?

Pues en realidad son varias las razones: la sequía y la disminución de la superficie de cultivos, la estacionalidad de las variedades que provoca que cuando escasea una, aumente inmediatamente su valor, y también por supuesto, los efectos de la pandemia, como las restricciones en la movilidad que se han debido implementar, lo que ha aumentado los costos de transporte que después son transferidos al consumidor final.

De todas maneras, el seremi de Agricultura, señaló que la disponibilidad interna de alimentos y su respectiva cadena de distribución “no reporta alteraciones a su normal funcionamiento, lo que se debe al gran trabajo que han realizado nuestros agricultores de la región y de todo el país, quienes no han parado de cumplir con sus labores durante la pandemia”.

 

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