Un notorio aumento de pasajeros se ha visto en los viajes interregionales y provinciales tras el levantamiento de la cuarentena y el posterior paso a fase cuatro en la Región de Coquimbo.
Sin embargo, paralelamente han comenzado a surgir los reclamos en contra de las líneas de buses, porque no se respetarían los protocolos como corresponde y porque no responderían tras las ventas mal hechas de pasajes.
Es el caso de Camila Oyarce realizó un viaje desde Santiago a La Serena en un Pullman Bus, adquiriendo por internet el pasaje, pero imprimiéndolo en las oficinas de la empresa antes de abordar. Sin embargo, una vez sentada, “llegó una señora que tenía el mismo asiento que yo. Me hicieron bajar, luego que volviera a subir, porque iban a reubicar a la pasajera, pero posteriormente me volvieron a bajar señalándome que no podía viajar, porque mi boleto estaba nulo. Reclamé porque yo lo pagué como corresponde, lo imprimí en ventanilla, pero el chofer insistía en que me tenía que bajar de la máquina e incluso se puso violento. Al final una señora que iba con un menor me dio el asiento y dijo que se llevaba el niño en brazos y el conductor se puso a pelear con ella, pero me dio su pasaje y pude viajar”.
“Lo que me preocupa es que estas cosas se repitan, si para mí fue complicado en el momento, me imagino lo que debe pasar con las personas que andan con niños pequeños”, Camila Oyarce, pasajera
La pasajera dice que hizo todos los reclamos, pero no se le pidió disculpas ni se le ha devuelto el valor del pasaje, que no pudo ocupar porque estaba vendido dos veces, por lo que hizo la denuncia al Sernac.
“En cuanto me bajé puse el reclamo en la oficina y al otro día en el Sernac”, dijo.
Explica que ella adquirió dos pasajes, uno de ida a Santiago y otro de vuelta a La Serena. En el primero no tuvo problemas para viajar, fue en el retorno cuando no le permitieron utilizar el boleto y al final usó uno que le dio otra pasajera, cuando rehusó bajarse del bus.
“Lo que me preocupa es que estas cosas se repitan, si para mí fue complicado en el momento, me imagino lo que debe pasar con las personas que andan con niños, me parece que el trato no corresponde bajo ningún contexto”, señaló Camila Oyarce.
Felipe Barraza, dirigente de la Organización Usuarios del Transporte, dijo que están prestando la asesoría a esta usuaria, con el objeto de que no se reiteren este tipo de situaciones.
“Nosotros solidarizamos con Camila, porque llegó muy afectada comentándonos el hecho del cual fue afectada y queremos dejar constancia de que este no es el primer hecho de violencia que se vive con una mujer, esto se ha repetido en el transporte interurbano, en micros y colectivos”, señaló.
Otra denuncia, la realiza Fernanda Jofré, quien precisa que también realizó un viaje a Santiago y lo que le causó preocupación fueron las mínimas medidas sanitarias a bordo del bus.
“Lo primero que me percaté, es que en algunas filas de asiento iban sentadas de a dos personas y entiendo que deben ir separadas para evitar posibles contagios del Covid. También, cuando venía de vuelta, le pedí al auxiliar que se pusiera la mascarilla, porque la andaba trayendo en el mentón y se molestó”, precisó.
En las líneas de buses, en general, señalaron que cuando hay reclamos, estos se canalizan desde la capital y se pueden hacer por internet como presencial. En TurBus, indicaron que a veces las personas compran pasajes y se equivocan en la fecha y se cruzan dos pasajeros para un asiento y se aclara en el lugar.