familia

La familia del ingeniero desaparecido, en octubre de 2018, en San Pedro todavía luchan por conocer las circunstancias de su deceso. Acusan un nulo avance de la investigación.

Un matrimonio de la tercera edad y sus dos hijas experimentaron los complejos síntomas del virus y sus fatales consecuencias, esto de forma consecutiva y en un corto periodo de tiempo, desde mediados de septiembre. Ayer, en compañía de una caravana de vehículos y ante la presencia de los vecinos de la población Sargento Aldea, fueron despedidos los restos de la última víctima que ha cobrado la pandemia en la zona.

Miembros de la organización fijaron posición en el centro de Ovalle contra lo que consideran un riesgo para la familia, al plantear que el proyecto de Ley que se discutirá este jueves en el congreso nacional “hipersexualizaría” el proceso educativo desde el nivel parvulario.

Con una multa de la Superintendencia de Educación y un dictamen judicial por daños morales resultó el colegio Americano de La Serena, luego que los padres de un menor de 10 años demandaran al establecimiento por no activar los protocolos ni resguardar la integridad de su hijo que estaba siendo víctima de golpes reiterados por parte de dos de sus compañeros de curso.

Hasta mediados de abril los hermanos Berta y Luis Silva Valdivia, de 69 y 76 años, estaban al cuidado de una tercera persona (también hermana), pero ésta tuvo que trasladarse a Santiago por motivos de salud. Asegura que siempre estuvo en contacto tanto con sus familiares como con los vecinos que alertaron de sus muertes. Esperaba volver pronto, pero no podía debido a la cuarentena. Tenía la esperanza de que el municipio o el Gobierno ayudaran a los adultos mayores, lo que según dice, “nunca ocurrió”. Por su parte, las distintas entidades descartan “no haberse hecho cargo de este caso”. ¿Quién falló entonces? Nadie lo asume, y a nivel gubernamental como municipal defienden sus políticas públicas y sociales.