inseguridad

Luego de los dos asesinatos, primero el femicidio y luego el homicidio, en menos de una semana la percepción negativa de la ciudadanía aumentó, y así lo manifiestan los dirigentes vecinales quienes afirman que en el sector “no hay respeto por el toque de queda”, y existe “alta presencia de drogas”. Desde el municipio afirman que se debe mejorar el trabajo en conjunto con todas las entidades, mientras que desde Carabineros se hacen cargo del problema, y sostienen que la cantidad de funcionarios siempre se está evaluando, y evidentemente que sería óptimo contar con mayor contingente, ya que actualmente existen 90 uniformados para 110 mil habitantes.

Testimonios apuntan a que la problemática recae en el consumo y venta de droga. El miedo y la inseguridad en el sector es un tema que no todos se atreven a hablar en la localidad. Vecinos aseguran que al menos, cuatro robos se han registrado en los últimos dos meses, situación que antes no se vivía con tanta frecuencia.

La revocación del permiso de venta de alcoholes y cabaret se había decidido en una anterior sesión del concejo, pero se solicitó volver a discutir la decisión, generando discusión entre los miembros del concejo comunal.

La obra, solicitada por vecinos del lugar, es ejecutada por el municipio y cortará el paso de animales que transitaban por la vía pública y que provocaban inseguridad.

Los habitantes de calles 10 de Julio y Santa Ester señalan que en el lugar se encuentran gran cantidad de escombros, papeles y neumáticos que van a eliminar camiones durante la noche. Una situación peligrosa que, sumada a la materialidad de las viviendas, podría causar un siniestro de peores consecuencias.