formalización

Las pruebas exhibidas por el Ministerio Público fueron contundentes. Pericias biológicas dieron cuenta que el ADN de Mirta Ardiles –ya formalizada y en prisión preventiva- estaba en el arma homicida. En total fueron 11 puñaladas brutales las que acabaron con la pequeña, que intentó defenderse de su madre, pero nada pudo hacer, agonizando durante una hora. El juez Diego Rubí calificó el crimen como el más terrible que le había tocado ver “por el feroz ensañamiento”. La niña estaba todavía con vida cuando se inició el fuego para ocultar la evidencia.

La mujer, que estaba imputada por el asesinato de su hija, se encuentra en el cuartel de la PDI luego que, tras una orden del tribunal, los detectives de la Brigada de Homicidios llegaran hasta su casa, para ponerla a disposición de la justicia. El control de detención se llevará a cabo durante la jornada de hoy en el Juzgado de Garantía de Coquimbo, vía zoom, y podría ser formalizada en la misma audiencia si se considera que existen los antecedentes suficientes para acreditar su participación en los hechos. Las diligencias dirigidas hacia el padrastro continúan.

Tras la formalización del capitán del Ejército imputado por el homicidio de su hijo, la madre de la víctima se refiere al resultado de la audiencia en que se decretó prisión preventiva, lamentando que esta no se haga efectiva en una cárcel común.

La defensa del uniformado indagado por el crimen argumentó que requieren de más tiempo para analizar nuevos antecedentes en carpeta investigativa, lo que fue aceptado por el juez de garantía.

La defensa del oficial del Ejército imputado argumentó que es “materialmente imposible” examinar los registros recopilados por la Fiscalía en un año de investigación antes de la fecha dispuesta.